Nat Turner nació el 2 de octubre de 1800 en el condado de Southampton, Virginia, como esclavo de Benjamin Turner. Su madre era una mujer esclavizada llamada Nancy, pero su padre es desconocido. A Turner se le permitió aprender a leer y escribir, y se le instruyó en asuntos religiosos. Como resultado, Turner se volvió devotamente religioso, pasando su tiempo libre leyendo la Biblia, orando y ayunando. Cuando era niño, algunos incluso pensaron que se convertiría en un profeta, debido a su extraña habilidad para describir eventos que sucedieron antes de que naciera. Eventualmente se convertiría en un predicador, creyendo que recibió mensajes de Dios a través de visiones y la naturaleza.
En 1821, Turner huyó de la plantación de Samuel Turner, el hermano de su antiguo propietario. Se escondió en el bosque durante un mes y solo regresó después de recibir lo que vio como una señal de Dios. Cuando Samuel murió, Thomas Moore – y luego su viuda-se convirtieron en sus nuevos propietarios. Cuando Moore se casó con John Travis, Turner fue enviado a trabajar en la tierra de Travis.
Turner tuvo una visión en 1825 de un inminente conflicto sangriento entre negros y blancos; tres años más tarde, recibió otro mensaje de que debía dirigir un asalto contra las fuerzas de Satanás: los esclavistas blancos. Comenzó a prepararse y esperó otra señal de Dios sobre cuándo tomar acción. Este signo llegó en febrero de 1831, cuando un eclipse bloqueó el sol. Turner y un pequeño grupo de seguidores planearon lanzar el ataque el 4 de julio, pero Turner enfermó y tuvo que retrasarlo. Luego, el 13 de agosto, una extraña perturbación atmosférica hizo que el cielo se volviera azul verdoso, lo que Turner tomó como una señal para comenzar su rebelión.
Una semana más tarde, el 21 de agosto de 1831, Turner y sus partidarios comenzaron una revuelta contra los blancos en el condado de Southampton. Mató a la familia Travis mientras dormían, luego se montó a caballo y propagó la violencia por todo el condado. A medida que los rebeldes viajaban, reclutaban a otros esclavos y robaban municiones de las plantaciones vecinas, matando a todos los blancos que encontraban. Turner había planeado inicialmente hacerse cargo de la sede del condado de Jerusalén y adquirir más armas de la armería de allí, pero fue detenido por una milicia blanca armada a las afueras de la ciudad. El caos siguió, y los rebeldes fueron derrotados mientras Turner huía al bosque. Cincuenta y cinco blancos murieron en la breve rebelión de Turner, y en retribución, turbas blancas vagaron por el condado y lincharon a negros, incluso si no tenían participación en el levantamiento. Las estimaciones de los muertos en las secuelas oscilan entre 100 y 200.
Turner fue capturado el 30 de octubre de 1831 y se declaró inocente, ya que creía que su rebelión había sido obra de Dios. Mientras estaba en la cárcel del condado, dictó sus «Confesiones» a su abogado Thomas R. Gray. Fue condenado de inmediato a muerte en la horca, que se llevó a cabo el 11 de noviembre. Muchos de sus co-conspiradores corrieron la misma suerte; otros fueron desterrados.
La rebelión de Nat Turner fue «the great Virginia nightmare: a midnight massacre of men, women, and children in their beds and cribs».»El miedo llegó a los corazones de los dueños de esclavos en todo el Sur, lo que llevó a códigos de esclavos más duros y puso fin a los ya débiles planes de emancipación gradual. En el Norte, a medida que se difundían las noticias de Turner, su rebelión y el destino, el movimiento abolicionista se intensificaba. La rebelión de Turner fue uno de los muchos eventos que aumentaron las tensiones sectoriales en los años previos a la Guerra Civil.