El consumo excesivo de alcohol afecta su salud y casi todas las partes de su cuerpo. No solo puede dañar órganos vitales, sino que también puede afectar su estado de ánimo y comportamiento.
Cerebro
Consumir demasiado alcohol puede tener efectos devastadores en el sistema nervioso central.
Varios factores afectan cómo y en qué medida afecta a su cerebro, incluida la cantidad y frecuencia con que bebe, la edad que comenzó a beber, su sexo y más (5).
Los efectos iniciales del alcohol en el sistema nervioso central incluyen dificultad para hablar, deterioro de la memoria y coordinación mano-ojo comprometida.
Muchos estudios han asociado el consumo excesivo de alcohol crónico con déficits de memoria (6).
La dependencia del alcohol es un factor de riesgo importante para desarrollar la enfermedad de Alzheimer, especialmente en las mujeres (6).
Además, se estima que el daño cerebral relacionado con el alcohol puede representar el 10% de los casos de demencia de aparición temprana (7).
Aunque el daño cerebral parece ser parcialmente reversible después de un período más largo de sobriedad, el consumo crónico y excesivo de alcohol puede afectar permanentemente la función cerebral (8).
Hígado
El daño hepático es otra consecuencia del consumo excesivo de alcohol crónico.
La mayor parte del alcohol que bebe se metaboliza en el hígado. Esto produce subproductos potencialmente dañinos que pueden dañar las células hepáticas. A medida que continúa bebiendo con el tiempo, la salud de su hígado disminuye.
La enfermedad del hígado graso alcohólico es la etapa más temprana del daño hepático inducido por el alcohol. Esta afección puede ocurrir con el tiempo cuando el exceso de alcohol conduce a una acumulación de grasa en las células hepáticas del cuerpo, lo que puede dificultar la función hepática (9).
Esta es la respuesta corporal más común al consumo crónico de alcohol y puede desarrollarse en hasta el 90% de las personas que beben crónicamente más de 5 bebidas por día (10, 11).
A medida que el consumo excesivo de alcohol continúa, la enfermedad del hígado graso puede eventualmente avanzar a inflamación hepática, cirrosis e incluso insuficiencia hepática, que es una afección potencialmente mortal (12).
Dependencia
Los efectos del alcohol pueden ser adictivos mental y físicamente.
Sentir una necesidad compulsiva de beber, preocuparse por dónde o cuándo tomará su próxima bebida y tener dificultades para disfrutar sin beber son signos comunes de dependencia al alcohol (13).
La causa de esta dependencia puede ser complejo. Puede ser causada en parte por la genética y los antecedentes familiares, pero su entorno también puede desempeñar un papel importante (14).
Otros efectos
Hay muchos otros efectos secundarios del consumo crónico de alcohol. Si bien los efectos en la salud varían entre las personas, el consumo de alcohol a menudo está relacionado con la depresión y la ansiedad.
Algunas personas pueden usar el alcohol como solución rápida para mejorar su estado de ánimo y reducir la ansiedad, pero esto generalmente solo proporciona alivio a corto plazo. A largo plazo, puede empeorar su salud mental y física en general (15).
Beber también puede afectar su peso y composición corporal.
Aunque la investigación sobre los efectos del alcohol en el peso es mixta, el uso moderado y pesado se ha relacionado con el aumento de peso (16, 17).
RESUMEN
Aunque beber con moderación es seguro para la mayoría de las personas, el consumo excesivo de alcohol y el abuso pueden tener efectos perjudiciales en su salud física y mental.