Puede ser bastante desgarrador cuando tus plantas se ven menos que estelares. A veces, un remedio fácil para restaurar la salud de las plantas es agregar más agua o mudarse a un lugar más soleado. Si eso no funciona y has probado muchas opciones, podría ser un signo de un problema mayor. Tu planta podría tener una enfermedad.
Para ayudarlo a diagnosticar rápidamente y mantener sus plantas frescas, hemos compilado una guía práctica a continuación de las enfermedades más comunes de las plantas que puede encontrar. Así que la próxima vez que veas una sustancia extraña formándose en el suelo o una decoloración extraña de las hojas, serás un experto.
¿Qué Acerca de Fungicida?
El fungicida puede ser una medida preventiva útil para los jardineros con plantas que son especialmente propensas a la putrefacción y la enfermedad. Si le preocupa agregar productos químicos a su jardín, dependiendo de la afección y la enfermedad, hay algunas alternativas naturales:
- La leche se conoce como un tratamiento efectivo para el oídio. Mezclar un 50:50 solución de leche a agua en una botella de aerosol y aplicar a las hojas de las plantas.
- El azufre en forma de polvo puede mantener la enfermedad a raya. Asegúrese de aplicar mientras usa una máscara para que el polvo no irrite los ojos y la boca.
- La «Fórmula de Cornell» es un fungicida natural bien conocido, que incluye mezclar 1 cucharada de bicarbonato de sodio, 1 cucharada de aceite hortícola y 1 a 2 gotas de líquido para lavar platos.
Cómo deshacerse de una planta enferma
Muchas enfermedades de las plantas pueden reaparecer rápidamente si la materia vegetal muerta no se elimina adecuadamente. De hecho, la mayoría de las enfermedades fúngicas, bacterianas y virales de las plantas se propagan naturalmente por las corrientes de viento, la lluvia, las semillas del suelo, los insectos y otros animales. Otros pueden sobrevivir con plantas muertas cercanas o herramientas de jardinería infectadas. Cuando creas que has recogido toda la planta muerta, sigue estos consejos de eliminación:
- Compost: Para enfermedades menos persistentes como el moho polvoriento, simplemente se elimina de las plantas vivas y se deja morir en el compost. Si no tiene compost en casa, consulte con su gobierno local si hay un centro de residuos verdes cercano.
- Entierro: Para hojas o frutos con putrefacción, enterrar la descomposición en un agujero de 1 pie de profundidad funcionará.
- Hogueras: Se puede desechar material seco y leñoso, como ramas, colocando una hoguera pequeña. Asegúrese de manejarlo en un día sin viento para reducir el riesgo de propagación del fuego.
- Basura doméstica: Los bulbos infectados, la poda de madera pequeña y las plántulas colapsadas se pueden tirar al cubo de basura de su casa.