Para establecer si las fases lunares de alguna manera afectan a los seres humanos, un grupo internacional de investigadores estudió a los niños para ver si sus patrones de sueño cambiaron o si hubo alguna diferencia en sus actividades diarias. Los resultados se publicaron en Frontiers in Pediatrics.

«Consideramos que realizar esta investigación en niños sería particularmente más relevante porque son más susceptibles a los cambios de comportamiento que los adultos y sus necesidades de sueño son mayores que los adultos», dijo el Dr. Jean-Philippe Chaput, del Instituto de Investigación del Este de Ontario.

El estudio se completó con un total de 5.812 niños de los cinco continentes. Los niños provenían de una amplia gama de niveles económicos y socioculturales, y se consideraron variables como edad, sexo, mayor educación de los padres, día de medición, índice de masa corporal, duración del sueño nocturno, nivel de actividad física y tiempo sedentario total.

La recolección de datos se llevó a cabo durante 28 meses, lo que equivale al mismo número de ciclos lunares. Estos se subdividieron en tres fases lunares: luna llena, media luna y luna nueva. Los hallazgos obtenidos en el estudio revelaron que, en general, la duración del sueño nocturno alrededor de la luna llena en comparación con la luna nueva reportó una disminución promedio de 5 minutos (o una variante del 1%). No se modificaron sustancialmente otros comportamientos de actividad.

» Nuestro estudio proporciona evidencia convincente de que la luna no parece influir en el comportamiento de las personas. El único hallazgo significativo fue la alteración del sueño del 1% en luna llena, y esto se explica en gran medida por nuestro gran tamaño de muestra que maximiza el poder estadístico», dijo Chaput.La implicación clínica de dormir 5 minutos menos durante la luna llena no representa una amenaza considerable para la salud. «En general, creo que no deberíamos preocuparnos por la luna llena. Nuestros comportamientos están influenciados en gran medida por muchos otros factores como los genes, la educación, los ingresos y los aspectos psicosociales en lugar de por las fuerzas gravitacionales», agregó.

Si bien los resultados de este estudio son concluyentes, la controversia sobre la luna podría dar lugar a nuevas investigaciones para determinar si nuestra biología está de alguna manera sincronizada con el ciclo lunar o si la luna llena tiene una influencia mayor en personas que sufren trastornos mentales o dolencias físicas.

«El folclore e incluso ciertos ejemplos de tradición ocupacional sugieren que los problemas de salud mental o los comportamientos de los seres humanos y los animales se ven afectados por las fases lunares. Ya sea que haya ciencia detrás del mito o no, el misterio de la luna seguirá fascinando a las civilizaciones en los próximos años», dijo.