Hay un momento definitivo en la vida de una persona donde saben que han encontrado su socio en el crimen. La persona con la que pueden contar para sentirse incómodos.
La persona que conocen siempre estará de acuerdo con sus planes, sin importar cuán locos o estúpidos sean. Así que, a esa persona incómoda, que resulta ser mi mejor amiga, le digo esto:
Gracias por ser tú y por dejarme ser yo.
Gracias por dejar que no me avergüence de ser yo misma cuando estoy contigo.
Gracias, por compartir mis momentos más felices; para escuchar mis historias más tristes y me dice cuando estoy siendo estúpido, sin temor de que la enfermedad molesta. Gracias por ser la única persona que me dirá la verdad sin importar lo difícil que sea decirlo.
Gracias por asegurarse siempre de que estoy alimentado, y por traerme comida en el trabajo o café después de una noche tardía.
Gracias por asegurarme de ir a clase y obligarme a apagar mi Netflix y estudiar. Gracias por tomar millones de selfies conmigo y nunca quejarte cuando te obligo a tomar un millón de fotos.
Gracias por decirme cuando parezco un desastre caliente. Gracias por todos los consejos y por asegurarme de que soy consciente de cuándo puedo hacerlo mejor que ese tipo que me rompió el corazón.
Gracias por fingir ser mi novia cuando un tipo espeluznante me golpea en el bar.
Gracias por conocer mi pedido en my Chik Fil A y qué películas siempre me hacen llorar.
Gracias por las risas, por los gritos y por todo lo demás. Gracias por ser mi roca y mantenerme en tierra. Gracias por todas las cosas que haces, grandes y pequeñas.
Gracias por conocer mi sabor de helado favorito y qué canción tocar en el coche para animarme. Gracias por saber siempre qué decir y por ser uno de los mejores maestros de la vida. Gracias por burlarse de mí cuando me lo merezco, y por amarme cuando no lo hago.
Gracias por permanecer constante en un mundo lleno de cambios.
Gracias por ir de aventuras conmigo y siempre estar dispuesto a probar cosas nuevas. Gracias por asegurarse de que no bebo demasiado, o que bebo mucha agua cuando lo hago. Gracias por poner el listón tan alto y hacer imposible encontrar a otro amigo tan bueno como tú. Gracias por hacer que la universidad sea un poco menos aterradora.
Gracias por darme suficientes recuerdos para toda la vida.
Gracias por amarme.
Gracias por el absoluto privilegio y honor de poder llamarte mi mejor amigo; gracias por ser mi persona.
Gracias por darme estas razones, y un millón más, por las que estar agradecido.
por Siempre y para Siempre,
Su Mejor Amigo