- ¿Qué es el trastorno de estrés postraumático (TEPT)?
- ¿Cuáles son las causas de un trastorno de estrés postraumático?
- ¿Cuáles son los signos y los síntomas del trastorno de estrés postraumático?
- ¿Quién puede desarrollar un trastorno de estrés postraumático?
- ¿Cómo se trata el trastorno de estrés postraumático?
- ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
- De cara al futuro
¿Qué es el trastorno de estrés postraumático (TEPT)?
Cuando alguien es víctima (o experimenta la amenaza) de una situación de violencia, lesión o daño, puede desarrollar un problema de salud mental conocido como trastorno de estrés postraumático (TEPT). El TEPT puede aparecer en las primeras semanas tras el suceso violento o incluso años después.
Las personas con TEPT a menudo vuelven a experimentar su trauma en forma de imágenes de escenas retrospectivas o «flashbacks», recuerdos, pesadillas o pensamientos de miedo, especialmente cuando se ven expuestos a acontecimientos u objetos que les recuerdan el trauma.
Los psicólogos u otros terapeutas pueden ayudar a las personas con TEPT a afrontar los pensamientos dañinos y los sentimientos difíciles, y a volver a llevar una vida normal.
¿Cuáles son las causas de un trastorno de estrés postraumático?
El trastorno de estrés postraumático se asocia con frecuencia a soldados y otras personas que han estado en frentes de guerra. Pero cualquier persona, incluso los niños, puede desarrollar este trastorno tras vivir un suceso traumático.
Los sucesos que pueden provocar un trastorno de estrés postraumático incluyen la muerte inesperada o violenta de un familiar o un amigo cercano, así como un daño grave o amenaza de muerte o de lesión que recibe la persona o un ser querido.
Las situaciones que pueden causar este tipo de traumas incluyen:
- ataques violentos, como una violación
- incendios
- malos tratos físicos o abusos sexuales
- actos de violencia (como tiroteos escolares o en el vecindario)
- desastres naturales o provocados por el hombre
- accidentes de tráfico
- combates militares (lo que a veces se llama el «shock de las trincheras»)
- presenciar cómo otra persona sufre este tipo de sucesos traumáticos
- recibir el diagnóstico de una enfermedad de riesgo vital
En algunos casos, el trastorno de estrés postraumático puede ocurrir tras la exposición repetida a este tipo de sucesos. La culpa del superviviente (sentimientos de culpa por haber sobrevivido a un suceso donde murieron amigos o familiares) también puede contribuir a que se produzca un trastorno de estrés postraumático.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del trastorno de estrés postraumático?
Las personas con trastorno de estrés postraumático presentan síntomas de estrés, ansiedad y depresión, entre los que se incluyen cualquiera de los siguientes:
Pensamientos invasivos o recuerdos del suceso
- recuerdos recurrentes no deseados del suceso
- trastornos del sueño o pesadillas
- actuar o sentirse como si el suceso estuviera volviendo a ocurrir (flashbacks)
- angustia y miedo al recordar el suceso
- asustarse, sobresaltarse o ponerse nervioso cuando algo desencadena recuerdos del acontecimiento
- los niños pueden recrear lo sucedido en sus juegos o dibujos
Evitar cualquier cosa que recuerde el suceso
- evitar pensar o hablar sobre el trauma
- evitar actividades, lugares o personas que despierten recuerdos del suceso
- incapacidad de recordar aspectos importantes de lo que sucedió
Estado de ánimo o pensamientos negativos desde que ocurrió el suceso
- preocupaciones y creencias continuas respecto al mundo y las personas como inseguros
- culpabilizarse a sí mismos por el suceso traumático
- ausencia de interés en participar en actividades habituales
- emociones de ira, vergüenza, miedo o culpa por lo sucedido
- desapego o distancia respecto a las personas
- incapacidad de experimentar emociones positivas (felicidad, satisfacción, cariño)
Sensaciones de ansiedad o reacciones físicas de ansiedad duraderos
- dificultades para conciliar el sueño o para mantenerlo
- sentirse irritable, malhumorado o enfadado
- problemas para prestar atención o para concentrarse
- estar siempre al acecho de posibles peligros o señales de alarma
- sobresaltarse fácilmente
Los síntomas se suelen iniciar durante el primer mes tras producirse el trauma, pero es posible que no se manifiesten hasta meses o incluso años después. Estos síntomas suelen proseguir durante años tras el suceso traumático o, en algunos casos, se pueden aliviar y reaparecer más adelante en la vida si otro acontecimiento desencadena recuerdos sobre el trauma. (De hecho, los aniversarios del suceso desencadenan a menudo desbordamientos de emociones y de recuerdos dolorosos).
El TEPT también puede aparecer como una respuesta repentina a corto plazo (llamada reacción a estrés agudo, también conocida como trastorno por estrés agudo) ante un suceso y puede durar de varios días o hasta un mes.
Las personas con trastorno de estrés postraumático pueden no buscar ayuda profesional porque piensan que es comprensible sentirse asustadas después de un suceso traumático. A veces, pueden no reconocer el vínculo existente entre sus síntomas y el trauma.
Los profesores, médicos, orientadores escolares, amigos y familiares que conocen bien al niño o al adolescente pueden desempeñar un papel importante en la detección de los síntomas del trastorno de estrés postraumático.
¿Quién puede desarrollar un trastorno de estrés postraumático?
No todas las personas que viven un suceso traumático desarrollan un trastorno de estrés postraumático. Las probabilidades de desarrollarlo y el nivel de gravedad varían en función de la personalidad, los problemas de salud mental sufridos previamente, el apoyo social, los antecedentes familiares, las experiencias durante la infancia, el nivel de estrés en la actualidad y la naturaleza del suceso traumático.
Los estudios indican que las personas con trastorno de estrés postraumático a menudo presentan concentraciones atípicas de hormonas que participan en la respuesta al estrés. Por ejemplo, las investigaciones han mostrado que presentan concentraciones de cortisol inferiores a las normales y concentraciones de adrenalina y noradrenalina superiores a las normales. Todas estas hormonas desempeñan un papel importante en la reacción de «lucha o huida» del cuerpo ante el estrés repentino. (Se llama de «lucha o huida» porque el cuerpo se prepara exactamente para eso: para luchar contra el peligro o para huir de él).
¿Cómo se trata el trastorno de estrés postraumático?
Muchas personas se recuperan de un suceso traumático después de un período de readaptación. Pero si su hijo ha experimentado un suceso traumático y presenta síntomas de trastorno de estrés postraumático durante más de un mes, solicite la ayuda de un experto.
La terapia puede ayudar a abordar los síntomas de evitación, los pensamientos invasivos y negativos y el estado de ánimo deprimido o negativo. El terapeuta trabajará con su familia para ayudarlos, a usted y a su hijo, a encajar lo ocurrido y a volver a vivir la vida.
Los profesionales de la salud mental que pueden ayudar incluyen a:
- los psicólogos
- los psiquiatras
- los trabajadores sociales clínicos titulados
- los terapeutas titulados
- expertos en traumas titulados
- especialistas en el duelo
La terapia cognitivo-conductual es muy eficaz para las personas con trastorno de estrés postraumático. Este tipo de terapia enseña estrategias para reemplazar los inútiles pensamientos y sentimientos negativos por pensamientos más positivos. Las estrategias conductuales pueden usarse, adaptadas al ritmo de cada niño, para ayudarlo a desensibilizarse de los aspectos traumáticos de lo sucedido, a fin de que deje de sentir tanto miedo ante ellos.
En algunos casos, los medicamentos pueden aliviar los síntomas graves de depresión y ansiedad. Esto puede ayudar a las personas con trastorno de estrés postraumático a hacer frente a la escuela y a otras actividades diarias mientras están en tratamiento. A menudo, se usan medicamentos solo hasta que la persona se siente mejor; luego, la terapia puede ayudarlos a recuperarse del trauma y a retomar sus vidas.
Por último, los grupos de apoyo o la terapia de grupo pueden ser de gran ayuda, porque los niños y adolescentes se dan cuenta de que no están solos. Los grupos también ofrecen un lugar seguro para compartir emociones. Pregunte al terapeuta de su hijo si puede derivar a su hijo o ponerles en contacto con alguno de estos grupos.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
Ante todo, su hijo necesita que le preste apoyo y comprensión. A veces también necesitarán apoyo otros miembros de la familia, como los padres y los hermanos. Aunque los familiares y los amigos pueden tener un papel clave para ayudar a alguien a recuperarse, generalmente se necesita la intervención de un terapeuta bien preparado.
He aquí algunas de las cosas que los padres pueden hacer para apoyar a sus hijos con trastorno de estrés postraumático:
- La mayoría de los niños necesitarán un período de readaptación tras un suceso estresante. Durante este tiempo, es importante que los padres les proporcionen apoyo, amor y comprensión.
- Trate de mantener los horarios y la vida de su hijo lo más parecidos posible a como eran antes del suceso. Esto significa que no le permita faltar demasiado a la escuela ni que deje de realizar sus actividades, aunque al principio le resulte difícil.
- Déjele hablar sobre el suceso traumático cuando se sienta preparado y si esté dispuesto a hacerlo. Felicítelo por ser fuerte cuando logre hablar sobre ello, pero no lo fuerce si no tiene ganas de compartir sus pensamientos. Algunos niños pueden preferir dibujar o escribir sobre sus experiencias. En cualquier caso, el hecho de animarlos y elogiarlos puede ayudarles a expresar sus emociones.
- Asegure a su hijo que sus sentimientos son normales y típicos y que no se está «volviendo loco». El apoyo y la comprensión de los padres puede ayudar a un niño a afrontar sus sentimientos difíciles.
- Algunos niños y adolescentes encuentran ayuda en los grupos de apoyo para supervivientes de traumas. Busque en Internet o consulte a su pediatra o al orientador escolar del centro escolar de su hijo para encontrar grupos en su zona.
- Solicite ayuda profesional de inmediato si teme que su hijo pueda tener ideas de hacerse daño a sí mismo. Las ideas de suicidio son graves a cualquier edad y se deben tratar con urgencia.
- Fomente la confianza en sí mismo en su hijo, animándole a tomar decisiones cotidianas cuando sea adecuado. El trastorno de estrés postraumático puede hacer que los niños se sientan impotentes, de modo que los padres pueden ayudarlos enseñándoles que tienen control sobre algunos aspectos de sus vidas. Dependiendo de la edad del niño, sus padres le podrían dejar elegir una actividad para el fin de semana o decidir cosas como qué comer a la hora de cenar o qué ropa ponerse.
- Explique a su hijo que el suceso traumático no es culpa suya. Anímelo a hablar sobre cualquier sentimiento de culpa, pero no deje que se culpe por lo sucedido.
- Manténgase en contacto con las personas que cuidan a su hijo. Es importante hablar con sus profesores, cuidadores y otras personas que participen en la vida de su hijo.
- No critique su conducta regresiva (o de retroceso a un nivel de desarrollo previo). Si su hijo quiere dormir con las luces encendidas o llevarse a la cama su animal de peluche favorito, estas conductas le podrían servir de ayuda para atravesar un momento tan difícil. Hable con el médico o el terapeuta de su hijo si no está seguro de cómo lo puede ayudar.
De cara al futuro
No olvide cuidarse también usted. Ayudar a su hijo a afrontar un trastorno de estrés postraumático puede suponer un gran reto y requerir mucha paciencia y apoyo. El tiempo cura, y el hecho de que su familia se siente bien apoyada contribuirá a que todos puedan avanzar.