Hay más de 70 tipos diferentes de linfoma. Van de indolentes (de crecimiento lento) a altamente agresivos. Los linfomas se clasifican en dos grupos amplios: linfoma no Hodgkin y linfoma de Hodgkin. Ambos tipos pueden ocurrir en niños o adultos.

La mayoría de los linfomas surgen de los dos tipos principales de glóbulos blancos llamados linfocitos: linfocitos B (células B) y linfocitos T (células T). Las células cancerosas pueden viajar a diferentes partes del cuerpo, incluidos los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, la sangre u otros órganos. A partir de ahí, pueden acumularse y formar tumores.

El tratamiento y la probabilidad de curación dependen del tipo de linfoma y el estadio.

Linfoma no Hodgkin La forma más común de linfoma es el linfoma no Hodgkin. Tiende a desarrollarse en adultos mayores. Se pueden usar varios tipos de tratamiento contra el linfoma no Hodgkin, como quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida y trasplante de células madre.

Linfoma de Hodgkin
El linfoma de Hodgkin también se conoce como enfermedad de Hodgkin. Por lo general, comienza en un tipo de célula B que se encuentra en la médula ósea. La enfermedad de Hodgkin se considera una de las formas de cáncer más curables, especialmente si se diagnostica y trata a tiempo. Se pueden usar varios tipos de tratamiento contra el linfoma de Hodgkin, como quimioterapia, inmunoterapia y trasplante de células madre.