El aceite de ricino puede tener mala reputación entre las personas que fueron alimentadas a la fuerza cuando eran niños, pero no es un mito que el tónico tenga efectos para la salud. Ahora, los científicos han dilucidado el mecanismo molecular del ingrediente activo en el aceite de ricino, que se ha utilizado durante miles de años como laxante e inductor del parto. El ácido ricinoleico, el ácido graso que constituye aproximadamente el 90% del aceite, se une a un receptor en particular en los intestinos y el útero, descubrieron los investigadores. El descubrimiento explica cómo funciona el aceite de ricino y podría conducir al desarrollo de medicamentos menos desagradables.
Aunque tomar una cucharada diaria de aceite de ricino diluido como ayuda general para la salud ya no está de moda, las tiendas de salud alternativas todavía venden el líquido de mal sabor como laxante. La Administración de Alimentos y Medicamentos ha categorizado el aceite de ricino como «generalmente reconocido como seguro y efectivo», pero los investigadores no entienden su mecanismo.
«Cuando estudias drogas clásicas y antiguas, casi siempre aprendes algo de ellas», dice el primer autor del nuevo estudio Stefan Offermanns, biólogo del Instituto Max Planck de Investigación Cardíaca y Pulmonar en Alemania. «La mayor sorpresa aquí fue cómo funcionaba específicamente el aceite de ricino.»
Offermanns y sus colegas estaban analizando diferentes ácidos grasos para determinar su capacidad de unirse a ciertos receptores celulares cuando obtuvieron una coincidencia con el ácido ricinoleico. Conociendo el amplio uso del aceite de ricino en la medicina tradicional y alternativa, el equipo decidió echar un vistazo más de cerca al compuesto. Usando una gran biblioteca de moléculas que bloquean los receptores celulares que estaban estudiando, pudieron detectar dos a las que se conecta el ácido ricinoleico: EP 3 y EP4. Ambos son receptores de prostaglandinas, que tienen funciones variadas en el cuerpo, desde cambiar la estructura de las neuronas hasta controlar cómo se coagula la sangre. En experimentos con ratones, los investigadores demostraron que el ácido ricinoleico induce sus efectos laxantes e inductores del parto al interactuar con EP3. Cuando alguien ingiere aceite de ricino, el ácido ricinoleico se adhiere a las moléculas de EP3 en las células musculares lisas de las paredes del intestino delgado y causa contracciones, lo que explica la eficacia del aceite de ricino como laxante. Del mismo modo, los investigadores demostraron que el ácido ricinoleico se une a la EP3 en el útero y causa contracciones. El equipo publicó hoy sus resultados en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
«Había muchas teorías sobre cómo funcionaba el aceite de ricino, incluida una amplia toxicidad para las células intestinales y efectos sobre el agua y los electrolitos», dice Offermanns. Pero el ácido ricinoleico es mucho más específico de lo que sugieren esas teorías, actuando a través de un solo receptor. Sin embargo, todavía no se sabe cómo causa el receptor las contracciones. Pero el nuevo vínculo entre la EP3 y las células musculares intestinales y uterinas podría inspirar trabajo para averiguarlo.
«Hicieron estos experimentos con bastante elegancia y exhaustividad», dice el biólogo Phillip Bennett del Imperial College de Londres. «Y en un nivel, este hallazgo es una especie de curiosidad pintoresca, pero hay más que eso.»
El conocimiento de que el ácido ricinoleico se une al EP3 podría usarse para diseñar medicamentos que se dirigen al receptor, dice Bennett. Tales medicamentos podrían servir como laxantes o inductores del parto sin los efectos secundarios, como náuseas, del aceite de ricino.
Una dosis diaria de aceite de ricino no mantendrá alejado al médico, y la medicina moderna todavía no ha respaldado las afirmaciones de que también trata afecciones de la piel, alivia el dolor y cura infecciones. Por lo tanto, tome aceite de ricino con un grano de sal o una cucharada de azúcar.