Diseño del estudio: Revisión clínica retrospectiva de pacientes con hernia discal de la unión toracolumbar.
Objetivos: Evaluar las características clínicas de la hernia discal de unión toracolumbar y preparar una tabla para el diagnóstico de nivel en los hallazgos y síntomas neurológicos.
Resumen de los datos de fondo: Las hernias de disco de unión toracolumbar muestran una variedad de signos y síntomas debido a la complejidad de las neuronas superiores e inferiores de la médula espinal, la cola de caballo y las raíces nerviosas. Además, todavía se desconoce mucho sobre las hernias de disco de unión toracolumbar debido a su frecuencia rara.
Métodos: Se investigaron las características clínicas de 26 pacientes que se habían sometido a operaciones por hernias de disco único en T10-T11 hasta L2-L3. Los niveles afectados fueron los siguientes: 2 pacientes con hernia discal en el disco T10-T11, 4 pacientes en el disco T11-T12, 3 pacientes en el disco T12-L1, 6 pacientes en el disco L1-L2 y 11 pacientes en el disco L2-L3. El nivel de espacio discal de interés se confirmó con roentgenogramas lisos de columna entera. El extremo caudal de la cuerda se evaluó mediante resonancia magnética y mielograma por tomografía computarizada.
Resultados: Dos pacientes con hernia discal T10-T11 mostraron debilidad moderada en las extremidades inferiores, aumento del reflejo del tendón rotuliano y alteración sensorial de todas las extremidades inferiores. Tres de cada cuatro pacientes con hernia discal T11-T12 experimentaron debilidad en las extremidades inferiores, y tres pacientes tenían reflejo del tendón rotuliano acentuado. Se observó alteración sensorial en la cara anterolateral del muslo en un paciente y en toda la pierna en tres pacientes. Se observó disfunción intestinal y vesical en tres pacientes. En el grupo de hernia discal T12-L1 (n = 3), la debilidad muscular y la atrofia debajo de la pierna estaban avanzadas, y también se observó disfunción intestinal y vesical. Dos de estos tres pacientes tenían pie descendente bilateral, y un paciente tenía pie descendente unilateral; se observó alteración sensorial en la planta o el pie y alrededor de la circunferencia del ano, y el reflejo del tendón rotuliano y el reflejo del tendón de Aquiles estaban ausentes. Los seis pacientes con hernia discal L1-L2 mostraron dolor intenso en el muslo y alteración sensorial en la cara anterior o lateral del muslo. Por otro lado, no hubo signos claros de debilidad en las extremidades inferiores, atrofia muscular, reflejo tendinoso profundo o disfunción intestinal y vesical en estos pacientes. En el grupo de hernia discal L2-L3 (n = 11), todos los pacientes presentaron dolor intenso en el muslo y alteraciones sensoriales de la cara anterior o lateral del muslo. Se observó debilidad en el cuádriceps en cinco pacientes y debilidad en el tibial anterior en dos pacientes. Se observó disminución o ausencia del reflejo del tendón rotuliano en nueve pacientes. Cinco pacientes tuvieron resultados positivos en la prueba de elevación de la pierna recta y ocho pacientes mostraron resultados positivos en la prueba de estiramiento del nervio femoral.
Conclusión: Entre las hernias discales de unión toracolumbar, las hernias discales T10-T11 y T11-T12 se consideraron trastornos de la neurona superior, las hernias discales T12-L1 se consideraron trastornos de la neurona inferior, las hernias discales L1-L2 se consideraron trastornos leves de la cola equina y radiculopatía, y las hernias discales L2-L3 se consideraron radiculopatía. Estos hallazgos tuvieron diferencias relativamente claras entre los niveles de hernia discal.