De acuerdo con la Academia Americana de Médicos de Familia, los siguientes factores pueden llevar a niveles elevados de transaminasas:
- enfermedad hepática grasa no alcohólica
- enfermedad hepática alcohólica
- hepatitis viral
- hemocromatosis
- ciertos medicamentos
La transaminitis es menos comúnmente causada por:
- deficiencia de alfa-1 antitripsina
- hepatitis autoinmune
- Enfermedad de Wilson
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Enfermedad hepática grasa no alcohólica
Esta afección se desarrolla cuando hay demasiada grasa en las células hepáticas, y hasta el 30 por ciento de los adultos en los Estados Unidos pueden tenerla.
Los factores de riesgo incluyen obesidad y colesterol alto, pero se desconoce la causa exacta. A menudo no hay síntomas cuando la enfermedad se encuentra en una etapa temprana, pero algunas personas experimentan fatiga o dolor leve en el área superior derecha del abdomen.
El daño continuo puede eventualmente provocar cicatrices o cirrosis, lo que afecta significativamente la función hepática.
Las siguientes estrategias pueden prevenir o ayudar a combatir la enfermedad hepática grasa no alcohólica:
- comer una dieta saludable y equilibrada
- hacer ejercicio regularmente
- mantener un peso saludable
Enfermedad hepática alcohólica
El daño causado por el consumo excesivo de alcohol conduce a esta afección, que también se denomina enfermedad hepática relacionada con el alcohol.
En las primeras etapas, normalmente no hay síntomas. En etapas posteriores, los síntomas incluyen:
- sangre en las heces o el vómito
- confusión
- somnolencia
- ictericia (coloración amarillenta) de la piel y los ojos
- náuseas
- abdomen hinchado
- tobillos hinchados
- pérdida de peso
Un estudio publicado en 2010 incluyó a 256 participantes con transaminitis leve. Según los informes, el consumo de alcohol fue la causa de la enfermedad del hígado graso en el 10% de los casos.
Es esencial dar un informe preciso del consumo de alcohol. De lo contrario, puede ser difícil para un médico distinguir entre estos tipos de enfermedad hepática con una biopsia u otras herramientas de diagnóstico simples.
El tratamiento para la enfermedad hepática relacionada con el alcohol implica abstenerse de consumir alcohol y hacer cambios en el estilo de vida similares a los recomendados para las personas con enfermedad hepática grasa no alcohólica.
Cuando la enfermedad hepática relacionada con el alcohol es grave, la persona puede necesitar medicamentos o un trasplante.
La hepatitis se refiere a un tipo de inflamación del hígado. Comúnmente es causada por una infección viral, generalmente hepatitis B o hepatitis C.
Los siguientes son síntomas de ambos tipos de infección:
- dolor abdominal
- orina oscura
- fatiga
- fiebre
- ictericia en la piel y los ojos
- dolor articular y muscular
- pérdida de apetito
- náuseas
- vómitos
Ambos tipos de infección pueden durar semanas o se convierten en afecciones graves de por vida. Solo entre el 6 y el 10 por ciento de los adultos y niños mayores infectados con hepatitis B desarrollan una afección crónica. Sin embargo, la mayoría de las personas desarrollan hepatitis C crónica una vez infectadas.
El tratamiento para la infección por hepatitis a corto plazo implica:
- descansar
- mantenerse hidratado
- controlar los síntomas
Las infecciones crónicas se controlan y tratan con medicamentos antivirales. La hepatitis viral no tratada puede causar daño hepático temprano y permanente.
Hemocromatosis
Esta enfermedad hace que se acumule demasiado hierro en el cuerpo. Se almacena en órganos como el hígado, el corazón y el páncreas, donde puede contribuir a problemas como enfermedades hepáticas y diabetes mellitus.
La hemocromatosis puede ser hereditaria o puede desarrollarse como resultado de otras afecciones, incluidos tipos de anemia y enfermedades hepáticas crónicas.
Las personas con esta enfermedad tienden a comenzar a experimentar síntomas entre los 40 y los 60 años de edad. Los síntomas incluyen:
- fatiga
- impotencia
- dolor articular y abdominal
- pérdida de la libido
- problemas con el corazón, el hígado y el páncreas
- debilidad general
El tratamiento consiste en extraer sangre regularmente para reducir los niveles de hierro, que circula en el torrente sanguíneo. Este proceso se denomina flebotomía.
Medicamentos y hierbas
Los medicamentos, suplementos y hierbas pueden afectar la salud del hígado porque procesa estos productos.
Se sabe que varios medicamentos causan transaminitis. Incluyen::
- antidepresivos, como bupropión (Wellbutrin)
- antibióticos, como isoniazida (Nydrazid)
- analgésicos, como paracetamol (Tylenol)
- antiinflamatorios no esteroideos, como ibuprofeno (Advil, Motrin)
- antifúngicos, como ketoconazol (Nizoral)
- relajantes musculares, como baclofeno (Lioresal)
- medicamentos para reducir la presión arterial, como losartán (Cozaar) y lisinopril (Zestril)
- supresores inmunitarios, como metotrexato
- el medicamento antidiabético acarbosa (Precose)
- el medicamento para el corazón amiodarona (Cordarona)
Las preparaciones a base de hierbas que contienen los siguientes ingredientes también pueden provocar transaminitis:
- kava kava
- germander
- chaparral
- senna
- efedra
Además, las dosis altas de vitamina A pueden dañar el hígado.
Si los medicamentos o suplementos provocan niveles elevados de transaminasas, es posible que el médico recomiende reducir la dosis o cambiar de tratamiento.
Algunas personas pueden necesitar análisis de sangre regulares mientras toman medicamentos para asegurarse de que no interfieren con el hígado o sus niveles enzimáticos.