A pesar de nuestros mejores esfuerzos, ocurren accidentes y es probable que nuestros perros coman algo que no deberían en algún momento de sus vidas. Por lo general, nuestros perros robarán un delicioso pedazo de comida de la mesa o del plato de un invitado desprevenido, incluso si hacemos lo mejor que podemos para evitarlo. Sin embargo, los alimentos para muchas personas son particularmente peligrosos para los perros. Esto incluye huesos de pollo cocidos, que es algo que está al alcance de nuestros cachorros de forma algo regular. Los huesos de pollo cocidos se pueden romper y astillar, lo que puede causar que su perro se ahogue y también puede perforar el tracto gastrointestinal, o quedar atrapado en la garganta. Esto es extremadamente doloroso para su perro y potencialmente puede conducir a la muerte. Entonces, ¿qué debes hacer exactamente si descubres que tu perro ha comido huesos de pollo?
Mantenga la calma
Recuerde, el pánico no ayudará a nuestros perros de ninguna manera. Si atrapas a tu perro en el acto, trata de quitarle con calma el resto de los huesos. Los perros pueden ser posesivos con la comida, por lo que incluso si tu cachorro no es agresivo, es probable que intente devorarlo todo antes de que te lo lleves. Si su perro ya ha ingerido todos los huesos, el pánico solo lo confundirá y posiblemente lo llevará a tomar medidas drásticas, innecesarias y potencialmente peligrosas. Simplemente asegúrese de que su perro no se esté ahogando y llame a su veterinario para ayudarlo a averiguar cómo manejar la situación. Su veterinario puede ofrecer una solución simple, como darle a su perro algunos trozos de pan blanco para ayudar a amortiguar los fragmentos de hueso, pero cada veterinario y situación pueden ser diferentes, así que asegúrese de ponerse en contacto con el suyo.
Reloj Cuidadosamente
a Pesar de que los huesos de pollo se astilla y punción de órganos internos, no significa que se va a hacer cada vez. Sin duda, es un riesgo que nos gustaría evitar a toda costa, pero si su perro ya ha ingerido los huesos, todo lo que puede hacer ahora es vigilarlo cuidadosamente. Pregúntele a su veterinario sobre los signos y síntomas de sangrado o bloqueos internos. Si nota que su perro está aletargado, estreñido, se esfuerza para defecar, o tiene heces con sangre, vomita, aparece hinchado en el abdomen, no come o generalmente se siente incómodo, querrá buscar atención veterinaria de inmediato. Revise las heces de su perro diariamente para ver si puede ver los fragmentos de hueso que pasan a través de ellas. Si no los ve dentro de las 72 horas posteriores a la ingestión (o en cualquier marco de tiempo recomendado por su veterinario), es una buena idea visitar al veterinario para asegurarse de que los huesos no estén atascados en el intestino, el esófago o la garganta de su perro.
Aprender de la experiencia
La prevención siempre es la mejor medicina, pero todos somos humanos y cometemos errores. Trate de averiguar cómo su perro se apoderó de los huesos de pollo y asegúrese de tomar precauciones adicionales para evitar esta circunstancia en el futuro. Mantenga los alimentos fuera del alcance, las tapas de la basura bien cerradas y entrene a su perro para que no robe alimentos del mostrador o de la mesa del comedor. Aunque los huesos de pollo podrían no ser lo peor que su perro podría ingerir, ciertamente no se considera seguro, de ninguna manera. Tome nota de los hábitos de su perro, vigile de cerca dónde dejan su comida su familia e invitados y asegúrese de evitar que el incidente se repita.