Un buen equipo es la base para cualquier negocio de alto rendimiento. Superficialmente, un equipo próspero se parece mucho a cualquier otro. Sin embargo, es lo que ocurre sin el conocimiento de un mero observador lo que separa a un buen equipo del mejor equipo. Las actitudes, los comportamientos, las interacciones, el lenguaje y el entorno se suman para crear un equipo próspero. El Dr. Tim Baker produjo recientemente un modelo interrelacionado para las características clave de un equipo exitoso. En pocas palabras, si su equipo muestra una de estas características, es probable que también presentan otras características. Sin embargo, lo contrario también es cierto para la negligencia de una característica. Es decir, si un equipo ignora una de las características, tendrá un impacto negativo consecuente en otras características.
A continuación se muestra una versión adaptada del modelo del Dr. Baker. Se incluyen seis factores constitutivos de lo que hace un buen equipo.
Comunicación
sin duda el componente más importante del grupo. La comunicación efectiva es fundamental para cada faceta de una organización. Un equipo próspero tiene discusiones abiertas y honestas, compartiendo sus pensamientos, ideas y opiniones. Engendran una meritocracia, asegurando que nadie esté por encima de nadie y permitiendo que todos sientan que pueden contribuir libremente. Crear este tipo de cultura es una de las bases fundamentales de un equipo exitoso.
Los problemas que surgen en los grupos a menudo se remontan a problemas de comunicación. La mala comunicación conduce a cables cruzados que a su vez pueden conducir a ineficiencias en el rendimiento e incluso conflictos. La comunicación efectiva es imprescindible.
Diversidad y Heterogeneidad
Los equipos prósperos valoran la diversidad. Reconocen las fortalezas de cada individuo y sus preferencias para asignar tareas y, en última instancia, para mejorar el rendimiento. Cada miembro del equipo es valorado por sus talentos y habilidades únicas. Colectivamente, un conjunto de habilidades, una forma de pensar, experiencias, generación de ideas y resolución de problemas diversos ayudan a crear un equipo eficaz y mejorar los resultados.
Objetivos Claros
El principal factor que diferencia a un grupo de personas de un equipo eficaz es un objetivo claro. Sin embargo, este objetivo tiene que ser más que un objetivo organizativo: tiene que importarle al equipo, ser algo que valoren y vean el beneficio de lograrlo. Cada miembro conoce el valor de su contribución personal al objetivo del equipo. Cuando los individuos se enfocan en las diferencias críticas que solo ellos pueden instigar, los resultados aumentan y los equipos se vuelven efectivos y exitosos. Como equipo, los miembros deben ponerse de acuerdo y establecer metas. A partir de aquí, el equipo puede diseñar un plan para completar la meta. Qué hacer, que hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo. Cada miembro individual es responsable y tiene la responsabilidad del éxito general del equipo.
Liderazgo
Un buen líder es un componente esencial de un equipo exitoso. Ellos son los que el equipo confía y respeta. Los mejores equipos están dirigidos por un líder que está abierto a comentarios y críticas, y que puede comunicar la visión del equipo y la visión de la organización. Fomentan el compromiso y el desarrollo de los empleados. Incluso están dispuestos a compartir el liderazgo, delegándolo a otros miembros del equipo y utilizando prácticas colaborativas cuando sea necesario.
la Confianza y el Respeto
Todos los próspera equipo se basa en un alto grado de confianza. Cuando sabes que tus colegas son confiables y competentes, puedes confiar en que trabajarán de forma independiente para alcanzar el objetivo del equipo. Los equipos son más eficaces cuando hay un respeto mutuo entre los miembros. Los líderes son imprescindibles para crear una cultura de confianza y respeto. Por ejemplo, los líderes podrían generar confianza mutua recompensando comportamientos que fomenten la confianza y alienten a las personas a predicar con el ejemplo. Alternativamente, los líderes podrían fomentar un lenguaje que apoye la colaboración y el diálogo entre los miembros del equipo, e incluso en toda la organización.
Conflicto gestionado
Este es un componente esencial para ayudar al crecimiento del equipo. Es importante que cuando surjan problemas no se eviten o ignoren. Cuando se gestiona de manera eficaz, hay una gran cantidad de beneficios que se pueden ver, incluidos: la calidad de la toma de decisiones; la mejora de la creatividad; un mayor alcance de visión; una mayor participación de los miembros del equipo y una comunicación más eficaz. También es importante que el líder del equipo distinga entre una cultura de desafío / desacuerdo y culpa/crítica. Si el entorno permite a los miembros del equipo desafiarse unos a otros de manera constructiva y abierta, es probable que la relación de trabajo dentro del equipo sea más creativa y productiva.
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