La L-arginina es uno de los 20 aminoácidos que forman las proteínas del cuerpo humano, y su papel resulta esencial para multitud de funciones de nuestro organismo, ya que actúa como vasodilatador, favorece la producción de linfocitos y aumenta el rendimiento y el deseo sexual. Este aminoácido se encuentra en muchos alimentos, desde pescados y carnes a frutas y verduras. También se comercializa en forma de suplemento, ya que ayuda al músculo a recuperarse en poco tiempo del esfuerzo físico, por lo que muchos deportistas recurren a esta sustancia en sus sesiones de entrenamiento. Aunque en algunos casos hay que actuar con prudencia. Te lo contamos aquí.
Qué es y para qué sirve la L-arginina
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La L-arginina también se comercializa como suplemento alimenticio y su función principal es la de ser un precursor del óxido nítrico, por lo que favorece la vasodilatación y hace que la sangre transporte mayor cantidad de nutrientes y de oxígeno. Por ese motivo, se utiliza en determinados deportes como el culturismo (es suficiente con consumir entre tres y cinco gramos diarios, siempre bajo supervisión médica).
Este aminoácido interviene en el metabolismo de la hormona del crecimiento, y en la función muscular y cardiovascular. Asimismo interviene en la función inmune y aumenta la producción de linfocitos (glóbulos bancos), por lo que ayuda a combatir infecciones y lesiones.
Beneficios y propiedades de la L-arginina
La L-arginina es una sustancia clave para el buen funcionamiento de nuestro organismo y aporta una serie de beneficios, muchos de ellos relacionados con su función como vasodilatador.
- En dosis altas, parece aliviar los síntomas de la angina de pecho. También tiene efectos positivos en personas sanas que padecen una presión arterial ligeramente elevada.
- Están probadas las propiedades sexuales de la L-arginina, ya que mejora la función sexual y la fertilidad. En el hombre, aumenta la cantidad y la motilidad de los espermatozoides y aporta más testosterona. En la mujer incrementa la funcionalidad del óvulo y el deseo sexual.
- Favorece la producción de hormonas del crecimiento.
- Ayuda a frenar la pérdida de memoria vinculada con la edad gracias a su acción «antiaging”.
- Disminuye el riesgo de infecciones, mejora la cicatrización y acorta el tiempo de recuperación después de una operación quirúrgica.
- Favorece el desarrollo de la masa muscular y la recuperación al practicar deporte, pues elimina el amoniaco del tejido de los músculos después del esfuerzo, convertido en urea, a través de la orina. También ayuda a reducir los niveles de grasa corporal.
- Mejora la respuesta a la insulina y la función circulatoria de las personas diabéticas.
- Fortalece el cabello y previene su caída.
Efectos secundarios de la arginina
El consumo de L-arginina es seguro y su ingesta no está asociada a efectos secundarios graves, aunque de manera muy ocasional puede provocar dolor e hinchazón abdominal, náuseas, diarrea, dolor de cabeza y sensación de debilidad. También puede empeorar los síntomas del asma, debido a la inflamación de las vías respiratorias, además de provocar ataques de gota.
La L-arginina no está recomendada bajo ningún concepto a personas que han padecido problemas cardiacos. Quienes hayan tenido un herpes labial o genital también deben extremar las precauciones, pues un consumo excesivo puede favorecer el desarrollo del virus. En caso de haber padecido una insuficiencia hepática o renal, debe consultarse siempre con el médico, al igual que las personas hipotensas, niños y mujeres embarazadas.
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