Nuestros hijos probablemente estarán chapoteando en el agua durante todo el verano. Ya sea que estén buceando en la piscina del patio trasero, desafiando las olas del mar o retozando en las almohadillas locales para salpicaduras, las actividades acuáticas son la forma en que los floridanos manejamos este intenso calor (y, por supuesto, ¡nos divertimos un poco!). Sin embargo, a medida que sus hijos disfrutan de todas estas actividades acuáticas, es posible que se pregunte sobre el oído de nadador. Escuchamos a la gente hablar de ello con frecuencia, pero ¿es algo de lo que deberías preocuparte?
Oído de nadador: Una infección del oído externo
El oído de nadador es una frase que se usa a menudo para describir una infección en la parte externa del oído. Es probable que su médico se refiera a ella como otitis externa. Esta infección del oído externo puede causar dolor de oído, sensación de picazón, sensación de llenura en el oído, supuración de pus en el oído o dolor en la mandíbula. Los síntomas suelen aparecer rápidamente en un período de 48 horas. La otitis externa es más común en climas cálidos y húmedos y con exposición frecuente al agua, como en la natación.
Aunque se llama oído de nadador, otras cosas además de nadar pueden precipitar este tipo de infección. La extracción de cerumen puede causar un traumatismo en el canal auditivo y puede infectarse. Con su lubricación protectora y sus propiedades antibacterianas, el cerumen es bueno para el oído cuando está presente en cantidades normales. Los médicos no recomiendan que limpie los oídos de su hijo (ni los suyos propios) con hisopos de algodón. Otros problemas, como alergias, estrés, afecciones de la piel como eccema o psoriasis, genética, limpieza agresiva o uso de audífonos, pueden aumentar las probabilidades de que una persona desarrolle esta infección.
También es importante entender que todas las infecciones de oído no son iguales. El tipo de infección que a menudo se observa en los niños después de haber tenido un resfriado o secreción nasal suele ser lo que se conoce como otitis media. Se trata de una infección en la parte media del oído. Los adultos también los pueden contraer, pero por lo general no con tanta frecuencia como los niños. Las infecciones también pueden ocurrir en la parte más interna del oído, pero son poco frecuentes.
Tratamiento del oído de nadador
Si a su hijo se le diagnostica oído de nadador, es probable que el médico le recete gotas para los oídos antibacterianas.
Sin embargo, es posible que se pregunte por qué este tratamiento difiere del medicamento que normalmente recibiría su hijo para la otitis media o la infección del oído medio. Cuando se necesitan antibióticos para la otitis media, la infección se trata con antibióticos sistémicos (una pastilla o líquido que se administra por vía oral y se distribuye por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo) porque las gotas para los oídos no pueden llegar muy bien al oído medio.
Las gotas tópicas para los oídos pueden llegar bien al oído externo y son muy eficaces para tratar las infecciones del oído externo. Y como beneficio adicional, estas soluciones tópicas no le dan a su hijo los efectos secundarios que pueden venir con los antibióticos orales (la diarrea es uno de los más comunes). No solo eso, sino que los medicamentos orales a menudo no son efectivos contra el tipo de bacteria que causa con frecuencia el oído de nadador.
Su médico o farmacéutico debe mostrarle cómo administrar estas gotas para los oídos de manera efectiva, y debe mantener los oídos limpios y secos durante el tiempo de tratamiento. Además, asegúrese de que su médico esté al tanto de si su hijo tiene tubos para los oídos (tubos de timpanostomía), ya que esto puede afectar el medicamento recetado.
Prevención del oído de nadador
Si su hijo es propenso al oído de nadador, puede minimizar la posibilidad de infección al:
- Mantener los oídos limpios y secos siempre que sea posible.
- Evitar los hisopos de algodón para limpiar los oídos.
- Secar bien las orejas mojadas con una toalla. Puede sacudir el agua de los oídos o usar un secador de pelo para ayudar a secar el canal auditivo.
- Colocar alcohol para frotar de venta libre (70 por ciento de alcohol isopropílico) o una mezcla mitad y mitad de alcohol para frotar y vinagre en el oído con un gotero para los ojos después de nadar.
- Usar tapones para los oídos o gorros de baño al nadar para mantener el agua fuera. Asegúrese de que los oídos estén limpios y secos antes de usarlos para que el agua no quede atrapada dentro del oído.
- Monitorear el agua en la que permite que su hijo nade. Las áreas de baño públicas o los jacuzzis mal mantenidos pueden ofrecer más oportunidades para que las bacterias prosperen.
Incorporar estos pequeños cambios en su rutina de agua puede ayudar a minimizar el riesgo de oído de nadador y permitir que su hijo disfrute del agua de forma segura durante todo el verano.