Impactos ambientales en el Desarrollo Prenatal

Los factores ambientales, como la exposición a teratógenos, pueden tener una variedad de impactos en el feto en desarrollo.

El desarrollo prenatal es el proceso que se produce durante las 40 semanas previas al nacimiento de un niño. Durante cada etapa prenatal, los factores ambientales afectan el desarrollo del feto. El feto en desarrollo depende completamente de la madre de por vida, y es importante que la madre reciba atención prenatal, que es atención médica durante el embarazo que monitorea la salud tanto de la madre como del feto. Según los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health, 2013), la atención prenatal de rutina puede reducir el riesgo de complicaciones para la madre y el feto durante el embarazo.

Cuando el cigoto se adhiere a la pared del útero, se forma la placenta. La placenta proporciona alimento y oxígeno al feto. Casi todo lo que la madre ingiere, incluidos alimentos, líquidos e incluso medicamentos, viaja a través de la placenta hasta el feto, de ahí la frase común de que una madre «come por dos.»Cualquier cosa a la que la madre esté expuesta en el ambiente afecta al feto; si la madre está expuesta a algo dañino, el niño puede mostrar efectos de por vida.

Teratógenos

Un teratógeno es cualquier sustancia o agente ambiental (biológico, químico o físico) que puede tener un efecto perjudicial en un feto en desarrollo. La exposición a teratógenos durante la etapa prenatal puede aumentar significativamente el riesgo de defectos de nacimiento. Varios factores influyen en la cantidad de daño que un teratógeno puede tener, incluyendo la dosis o el nivel de exposición, la herencia, la edad del teratógeno y cualquier otra influencia negativa (por ejemplo, varios teratógenos o un teratógeno combinados con mala salud). Hay varios teratógenos conocidos que se recomienda evitar a las mujeres embarazadas durante el embarazo, incluido el alcohol, las drogas recetadas y/o ilegales y el tabaco.

Alcohol

El alcohol y la mayoría de las drogas atraviesan la placenta y afectan al feto. Se ha encontrado que el consumo de alcohol durante el embarazo es la principal causa prevenible de discapacidades mentales en niños en los Estados Unidos (Maier & West, 2001). El consumo excesivo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo puede causar trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) con consecuencias de por vida para el niño, que varían en gravedad de menor a mayor. Se desconoce cuánto alcohol es necesario para causar daño, por lo que los médicos suelen recomendar que se evite por completo el alcohol durante el embarazo. Físicamente, los niños con TEAF pueden tener un tamaño de cabeza pequeño y rasgos faciales anormales. Cognitivamente, estos niños pueden tener un juicio deficiente, un control deficiente de los impulsos, tasas más altas de TDAH y problemas de aprendizaje, y puntajes de CI más bajos. Estos problemas de desarrollo y retrasos persisten hasta la edad adulta(Streissguth et al., 2004). Sobre la base de estudios realizados en animales, también se ha sugerido que el consumo de alcohol de una madre durante el embarazo puede predisponer a que a su hijo le guste el alcohol (Youngentob et al., 2007).

Trastorno del espectro alcohólico fetal: Los síntomas del TEAF incluyen crecimiento físico lento, rasgos faciales anormales (como un filtro liso o ninguna abolladura en el labio superior) y lesión cerebral.

Cada órgano del feto se desarrolla durante un período específico del embarazo, llamado período crítico o sensible. La investigación sobre el TEAF ha demostrado que el tiempo durante el cual un feto en desarrollo está expuesto al alcohol puede afectar dramáticamente la apariencia de las características faciales asociadas con el TEAF. Específicamente, esta investigación sugiere que la exposición al alcohol que se limita al día 19 o 20 de gestación puede conducir a anomalías faciales significativas en la descendencia de primates (Ashley, Magnuson, Omnell, & Clarren, 1999). Determinadas regiones del cerebro también muestran períodos sensibles durante los cuales son más susceptibles a los efectos teratogénicos del alcohol (Tran & Kelly, 2003).

Drogas recetadas y/o ilegales

El uso de cualquier tipo de droga, ya sea ilegal, recetada o de venta libre, puede ser peligroso durante el embarazo. Las drogas ilegales como la heroína, la cocaína y la metanfetamina pueden causar una miríada de problemas para el feto en desarrollo: los bebés pueden nacer adictos a ciertas drogas y también tienen más probabilidades de nacer prematuramente, tener bajo peso al nacer y experimentar otros defectos físicos. Muchos terminan con problemas de atención y de comportamiento también.

Los medicamentos recetados que se toman durante el embarazo, como la estreptomicina, la tetraciclina, algunos antidepresivos, la progestina, el estrógeno sintético, el Accutano, la talidomida y el dietilestilbestrol (conocido como DES), así como los medicamentos de venta libre, como las píldoras para adelgazar, también pueden dar lugar a resultados teratogénicos para el feto en desarrollo. La talidomida causa deformidades corporales, así como daños a los órganos internos. Se ha observado que los fetos expuestos al DES tienen tasas más altas de cáncer e infertilidad en la edad adulta. Además, se sabe que las dosis altas de aspirina causan sangrado materno y fetal, aunque las dosis bajas de aspirina generalmente no son dañinas. La clasificación de un medicamento (como A, B, C, D o X) permite a la madre hacer determinaciones sobre el uso de medicamentos durante el embarazo: por ejemplo, los medicamentos de clase A se consideran siempre seguros, mientras que los medicamentos de clase X han demostrado ser dañinos para el feto.

Fumar

Fumar tabaco también se considera un teratógeno porque la nicotina viaja a través de la placenta hasta el feto. Cuando la madre fuma, el bebé en desarrollo experimenta una reducción en los niveles de oxígeno en la sangre. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2013), fumar durante el embarazo puede provocar nacimientos prematuros, bebés con bajo peso al nacer, mortinatos y síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), la muerte súbita e inexplicable de un niño menor de un año de edad. Otros problemas que pueden ser causados por la exposición prenatal al tabaquismo son la falta de atención, la tensión muscular y los cólicos (una forma de dolor que comienza y se detiene abruptamente y se produce debido a contracciones musculares en el cuerpo). Cuanto más fume una madre o esté expuesta al humo ajeno, mayor es el riesgo; sin embargo, dejar de fumar (incluso después de fumar durante el embarazo) reduce en gran medida los riesgos de estos problemas.

Otros teratógenos

Otros teratógenos que afectan el desarrollo prenatal incluyen la radiación, la contaminación y las enfermedades infecciosas. La radiación aumenta el riesgo de cáncer infantil, así como de trastornos emocionales y de comportamiento; debido a esto, se recomienda que las mujeres embarazadas eviten las radiografías a menos que sea absolutamente necesario. La contaminación, como la exposición al mercurio o a los PCB, puede causar deformidades físicas, habla anormal y dificultad de coordinación. Las infecciones maternas, como virus o parásitos, también pueden causar daño cerebral al feto o incluso la muerte.

Bebé en la UCIN (unidad de cuidados intensivos neonatales): La exposición a teratógenos durante el embarazo puede causar muchos problemas para un feto en desarrollo y un bebé recién nacido.

Estrés y depresión maternos

Cualquier forma de estrés prenatal que sienta la madre puede tener efectos negativos en varios aspectos del desarrollo fetal y puede causar daños tanto a la madre como al niño. Cuando una madre está bajo estrés, se producen cambios fisiológicos en el cuerpo que podrían dañar al feto en desarrollo. Además, una madre estresada es más propensa a participar en comportamientos que podrían afectar negativamente al feto, como fumar, consumir drogas y abusar del alcohol. La depresión prenatal a menudo es causada por el estrés y la preocupación que el embarazo puede traer, solo a un nivel más severo. Otros factores que pueden poner a una persona en riesgo de depresión prenatal incluyen embarazo no planificado, dificultad para quedar embarazada, antecedentes de abuso y problemas económicos o familiares.

El uso de antidepresivos en el embarazo, mencionado anteriormente, se ha asociado con una variedad de riesgos para el feto con diversos grados de prueba de causalidad. Mientras que algunos estudios muestran claramente los resultados adversos de la exposición a antidepresivos prenatales, otros son menos claros, y las complicaciones surgen porque la depresión en sí misma se asocia de forma independiente con resultados negativos en el embarazo. Determinar el grado en que los resultados adversos son causados por el uso de antidepresivos o por la depresión, o una combinación de ambos, es difícil de medir; también es importante tener en cuenta las consecuencias negativas de que una madre deje de tomar antidepresivos recetados durante el embarazo, lo que puede afectar negativamente a su salud de otras maneras.