Presentamos el Podcast Atlas Obscura

Escondido en la tranquila campiña suiza, bajo los campos de flores silvestres y los tranquilos suburbios al pie de las montañas del Jura, se encuentra un lugar que debería tener un lugar especial en el corazón de todos los amantes del tallo.

Fundado en 1954 para coordinar los esfuerzos de investigación de 12 países europeos, el CERN, abreviatura de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, es el laboratorio de física más grande (y posiblemente más caro) del mundo, hogar de una gran variedad de maquinaria impresionante, incluidos varios aceleradores de partículas. El más grande de ellos es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), una dona hueca de 17 millas (27 km) de circunferencia enterrada a cientos de pies bajo tierra. Usando electroimanes, los científicos suspenden partículas subatómicas dentro de los colisionadores, luego las giran a velocidades cada vez mayores, a veces hasta el 80 por ciento de la velocidad de la luz. Luego rompen las partículas juntas. A través de la teoría de Einstein de la equivalencia masa-energía, la fuerza de las colisiones crea nuevas partículas, que se lanzan en todas las direcciones y son registradas por sensores. Al examinar los datos de los sensores, los científicos del CERN pueden deducir información sobre el Big Bang y la composición de las estrellas, e incluso descubrir nuevas partículas, como el bosón de Higgs en 2013, cuya existencia anteriormente había sido estrictamente teórica.

Sin embargo, la singular invención del CERN que ha transformado el planeta no implicaba la destrucción de átomos. A finales de la década de 1980, las universidades y centros científicos como el CERN se comunicaban digitalmente entre sí a través de grandes distancias a través de líneas de telecomunicaciones, pero el uso de esta Internet temprana a menudo era tedioso y crudo. En 1989, Tim Berners-Lee, un científico informático del CERN, propuso el protocolo HTTP, que cuando se combinó con la red de telecomunicaciones existente y el protocolo de hipertexto, dio origen al sistema visual de apuntar y hacer clic que llamamos la World Wide Web. Berners-Lee también se le atribuye el diseño del primer navegador web. Hoy en día, la WWW es considerada como una idea de último momento en el CERN, con solo pequeñas referencias a ella en sus exposiciones públicas.

El CERN tiene dos exposiciones abiertas al público, el Globo de la Ciencia y la Innovación y la exposición Microcosmos. Los tours individuales y en grupo también se ofrecen de lunes a sábado en inglés y francés, aunque las plazas para los tours individuales se abren 15 días antes y se llenan muy, muy rápido. Los recorridos individuales incluyen una visita a ATLAS, uno de los experimentos ubicados a lo largo del LHC donde se puede ver a los científicos trabajando, y una parada en el Synchrocyclotron fuera de servicio, el primer acelerador del CERN construido en 1957.

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