Porque las fosas nasales dividen su carga de trabajo. A lo largo del día, cada uno toma descansos en un proceso de congestión y descongestión alternadas llamado ciclo nasal. En un momento dado, si respiras por la nariz, la mayor parte del aire entra y sale de una fosa nasal, y una cantidad mucho menor pasa por la otra. Cada pocas horas, tu sistema nervioso autónomo, que se encarga de tu frecuencia cardíaca, digestión y otras cosas que no controlas conscientemente, cambia las cosas y tu otra fosa nasal hace todo el trabajo pesado por un tiempo. La apertura y el cierre de los dos conductos se realizan hinchando y desinflando el tejido eréctil, el mismo que funciona cuando los órganos reproductores se despiertan en la nariz.
El ciclo nasal continúa todo el tiempo, pero cuando estás enfermo y realmente congestionado, el exceso de mucosidad a menudo hace que la fosa nasal que está en pausa se sienta mucho más atrasada.
Hay al menos dos buenas razones por las que ocurre el ciclo nasal.
Primero, hace que nuestro sentido del olfato sea más completo. Diferentes moléculas aromáticas se degradan a diferentes velocidades, y nuestros receptores olfativos las captan en consecuencia. Algunos olores son más fáciles de detectar y procesar en una corriente de aire de movimiento rápido como la fosa nasal descongestionada, mientras que otros se detectan mejor en la corriente de aire más lenta de la fosa nasal congestionada. El ciclo nasal también parece mantener la nariz mantenida por su función como filtro de aire y humidificador. La congestión alterna le da a la mucosa y a los cilios (los pequeños vellos en la nariz) en cada fosa nasal un merecido descanso de la avalancha de aire y evita que el interior de las fosas nasales se seque, se agriete y sangre.
Otro misterio de moco: ¿Por qué me corre la nariz cuando lloro?
Cuando lloras, la mayoría de las lágrimas se derraman sobre el párpado inferior y corren por la cara. Sin embargo, algunos de ellos no logran cruzar la colina y, en su lugar, regresan a los conductos lagrimales y a la cavidad nasal, que está conectada a los conductos. Si realmente estás llorando, tendrás bastantes lágrimas corriendo por la nariz, y su salinidad también ayuda a aflojar la mucosa y a que fluya, lo que te produce secreción nasal.