El olfateo y el estornudo son parte del curso para los niños pequeños. Sus sistemas inmunitarios en desarrollo los hacen más susceptibles a los gérmenes, y las escuelas son caldo de cultivo para resfriados y gripes. Sin embargo, para algunos niños, esa nariz tapada nunca parece desaparecer. Hay una serie de causas posibles, y buscar una solución efectiva finalmente puede traer alivio a su hijo.

Rinitis alérgica

Las alergias nasales son la causa más común de congestión nasal. Para los niños con alergias nasales, sustancias inofensivas como el polen y la caspa de las mascotas desencadenan una respuesta inmunitaria inflamatoria que hace que el cuerpo se comporte como si tuviera un resfriado constante y leve.

La sensación de una nariz tapada puede ser causada por dos cosas. La primera es la acumulación de moco, pero la segunda y más probable causa es la hinchazón de los tejidos sinusales en las fosas nasales. Esto se denomina rinitis alérgica.

Otros síntomas de alergias incluyen:

• Estornudos
• Secreción nasal
• Tos
• Erupciones
• Ojos llorosos y con comezón
• Dolores de cabeza y dolor facial
• Sensaciones incómodas de presión detrás de los ojos
• Dolor de oídos y dificultad para oír
• Infecciones frecuentes de los senos nasales y del oído
• Asma

Hipertrofia de adenoides

Las adenoides son haces de tejido linfático situados en el techo de la boca, en la parte posterior, donde los conductos nasales se conectan a la garganta. Son uno de los cuatro juegos de amígdalas del cuerpo. Su trabajo es filtrar el aire entrante en busca de gérmenes e iniciar una respuesta inmunitaria temprana cuando detectan invasores.

En algunos niños, las adenoides se infectan crónicamente por bacterias o se inflaman constantemente por alérgenos. Esto hace que las adenoides se hinchen o se vuelvan hipertróficas, bloqueando el flujo de aire entre la nariz y la tráquea en la garganta. La sensación puede ser similar a una nariz tapada.

Otros síntomas de hipertrofia adenoide incluyen:

• Respiración bucal habitual
• Ronquidos
• Infecciones frecuentes del oído
• Dificultad para tragar
• Dolor de garganta frecuente
• Apnea obstructiva del sueño

Tabique nasal desviado

El tabique nasal es la línea de hueso y cartílago que divide la nariz por la mitad. Se sospecha que al menos el 80% de las personas tienen un tabique ligeramente torcido, pero algunas personas tienen una desalineación más grave que otras. Esta desalineación se denomina tabique desviado.

Un tabique desviado puede restringir el flujo de aire y el drenaje adecuados en la nariz. Algunas personas nacen con una desviación, pero otras la desarrollan después de un trauma como una rotura de nariz. El signo más común de desviación es que un lado de la nariz se congestiona constantemente más que el otro.

Otros síntomas de un tabique desviado incluyen:

• Infecciones sinusales crónicas
• Dificultad para respirar a través de una fosa nasal
• Ronquidos
• Dolor de cabeza y sensibilidad facial causados por congestión
• Hemorragias nasales
• Apnea del sueño

Atresia coanal

Nuestra vía respiratoria nasal está completamente formada en el momento en que nacemos, lo que nos permite respirar normalmente desde nuestros primeros momentos en el mundo. De vez en cuando, las vías respiratorias de un niño no se forman correctamente. Podría estrecharse o bloquearse con tejido blando o incluso óseo. Esto se conoce como atresia coanal.

La mayoría de los niños con atresia coanal tienen bloqueada solo un lado de las vías respiratorias. Por lo general, se diagnostica poco después del nacimiento, pero es posible que se pierda la atresia coanal leve hasta que el bebé se haya ido a casa. En estos casos, los padres notan que sus bebés respiran mejor cuando tienen la boca abierta o detectan secreción nasal persistente y unilateral.

Los síntomas comunes de la atresia coanal incluyen:

• Retracción del pecho al respirar por la nariz
• Dificultad para amamantar y respirar al mismo tiempo
• Presencia de otros defectos congénitos, incluidos defectos cardíacos
• Presencia de defectos faciales que comprimen o acortan el área nasal, incluido el síndrome de Treacher Collins

Diagnóstico y tratamiento de una nariz congestionada persistente

Durante la consulta otorrinolaringológica, el médico de su hijo revisará ayuda a determinar si hay un patrón en sus síntomas. Se realizará un examen y se pueden recomendar pruebas. Las pruebas comunes incluyen pruebas de alergia, endoscopia nasal, radiografías y tomografías computarizadas.

Una vez determinada la causa, se priorizan los tratamientos no invasivos siempre que sea posible. Para problemas como alergias y tabiques desviados, se podrían indicar medicamentos antihistamínicos, descongestionantes y antiinflamatorios. Las vacunas antialérgicas se pueden recomendar a los niños con alergias graves si no responden bien a los medicamentos. En los casos de hipertrofia adenoide, desviación grave del tabique y atresia coanal, el médico de su hijo puede hablar con usted sobre la cirugía.

El dolor en la cara y la nariz tapada son una distracción incómoda y una posible interrupción del sueño para un niño que necesita aprender y crecer. Si su hijo parece tener una obstrucción nasal crónica, haga una cita con ORL Pediátrico de Oklahoma hoy mismo.