Beber mucho alcohol durante un largo período de tiempo causa daño a los nervios que puede conducir a la aparición de neuropatía alcohólica. El consumo excesivo y crónico de alcohol a menudo también está vinculado a deficiencias nutricionales. Alguien que lucha con el alcoholismo puede reemplazar las comidas con alcohol, ingerir muchas calorías vacías y no mantener una dieta saludable y equilibrada. El alcohol también puede agotar los nutrientes esenciales del cuerpo, y la deficiencia de tiamina (vitamina B1) es común en las personas que luchan contra el alcoholismo. La desnutrición debida al alcoholismo también puede contribuir al daño nervioso y a la polineuropatía alcohólica. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM) advierte que alrededor del 50 por ciento de los bebedores pesados a largo plazo sufrirán de neuropatía alcohólica.
Los nervios que salen de la médula espinal y el cerebro se denominan nervios periféricos. Funcionan para enviar señales a todo el sistema nervioso central y al resto del cuerpo. Los nervios te ayudan a moverte (nervios motores) y a sentir sensaciones físicas (nervios sensoriales). Algunas de sus funciones corporales son autónomas, lo que significa que no las controla directamente. Los nervios que forman parte del sistema nervioso autónomo ayudan a regular la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, la respiración y la presión arterial. La polineuropatía implica daño a más de un nervio al mismo tiempo, por lo general múltiples nervios en todo el sistema nervioso periférico y en todo el cuerpo.
¿Cuáles son las Causas de Este Tipo de Daño Nervioso?
No se entiende completamente qué causa exactamente la polineuropatía alcohólica; sin embargo, el British Journal of Clinical Pharmacology propone que el etanol (el químico activo en las bebidas alcohólicas) tiene efectos tóxicos directos en los nervios que pueden dañar las células nerviosas con el consumo repetido y excesivo de alcohol. La revista informa además que la polineuropatía alcohólica es probablemente causada por deficiencias nutricionales y el agotamiento de tiamina que es causado por el consumo excesivo y prolongado de alcohol. Es muy probable que beber mucho alcohol durante varios años cause daño directo a las células nerviosas y también pueda contribuir a deficiencias nutricionales en el cuerpo; ambos pueden ser factores en el inicio de la polineuropatía alcohólica.