Los humanos han clasificado más de 12,500 especies de hormigas, y se estima que hay 10,000 más esperando a ser descubiertas. Además de su increíble fuerza, casi todas estas especies tienen algo en común: reinas.
Las hormigas se adhieren a un sistema de castas, y en la parte superior está la reina. Nació con alas y se la conoce como princesa hasta que participa en el vuelo nupcial, se aparea con una hormiga macho y vuela para comenzar su propia colonia. Ya que retiene el esperma de este primer apareamiento durante toda su vida, nunca necesita aparearse de nuevo, y puede digerir sus alas para alimentarse hasta que se establezca su colonia.
Las reinas fertilizan selectivamente los huevos que ponen. Los huevos fertilizados se convierten en hormigas trabajadoras infértiles (las más grandes de las cuales se conocen como soldados) y los huevos no fertilizados se convierten en machos fértiles, llamados zánganos. Los machos existen solo para aparearse con las hormigas reina y morir poco después.
Cómo se hacen las nuevas princesas, sin embargo, siempre ha sido un misterio. Está bien establecido que, cuando los huevos fertilizados y las pupas resultantes se nutren mejor, se convierten en princesas, pero cómo las hormigas pueden convertirse en dos grupos muy diferentes de obreras y reinas con solo alimentarse más era un enigma. Hasta ahora.
Investigadores estadounidenses han encontrado que algunas pupas nacen con un gen en particular, el péptido similar a la insulina 2 (ILP2), expresado mucho, mientras que otras nacen con él apenas expresado. Esto hace que algunas pupas tengan más proteína similar a la insulina en sus cuerpos (que funciona de manera similar a la insulina normal, para permitir que la glucosa se absorba de la sangre) y, por lo tanto, absorban más nutrientes.
Mientras están en su forma larvaria, todas las pupas son en realidad señales enviadas para suprimir ILP2. De esta manera, solo las hormigas nacidas con una expresión de ILP2 naturalmente alta son capaces de reproducirse. Estas hormigas destinadas a la reproducción serán mejor alimentadas por las obreras y eventualmente se convertirán en reinas. En tiempos de estrés, como las sequías o cuando los suministros de alimentos son bajos, las hormigas elegirán no alimentar mejor a los huevos fertilizados, deteniendo así el proceso de desarrollo de la reina y ahorrando recursos para la colonia.
Así que con las hormigas parece que la clave del reino no es tan fácil como casarse con un príncipe. Tienes que nacer en el momento adecuado, con la expresión genética correcta, en el lugar correcto.
@AdaMcVean