Con esto, Newton propuso que todos los objetos en el Universo se tiraran unos de otros a través de la gravedad. Fue la razón por la que los planetas se mueven en órbitas y por la que los objetos caen a la Tierra. Sin embargo, este nuevo conocimiento trajo dificultades, ya que si cada objeto afectaba a cada otro, los cálculos resultantes de su movimiento eran extremadamente complejos. Newton admitió ser incapaz de calcular las órbitas de los planetas en el Sistema Solar de otra manera que de una manera general, aunque sus resultados fueron mejores que sus predecesores. Pensó que los planetas gradualmente se alejarían unos de otros de sus órbitas y que Dios tendría que intervenir para reordenarlos.
Antes de Newton, la investigación naciente de la naturaleza que ahora llamamos ciencia era una mezcla de hechos y leyes aislados, capaces de describir y predecir algunos fenómenos. Al aplicar un enfoque riguroso a sus investigaciones, Newton dio a la ciencia un sistema unificado de leyes que podría aplicarse a una amplia gama de fenómenos físicos. Murió en 1727 y fue enterrado en la Abadía de Westminster, Londres, siendo el primer científico en ser honrado de esta manera.
La ESA lo honró añadiendo su nombre a su misión XMM. El telescopio espacial de rayos X, lanzado el 10 de diciembre de 1999, se conoce como XMM-Newton. El nombre fue elegido porque XMM es principalmente una misión de espectroscopia, incluso si funciona en longitudes de onda de rayos X en lugar de luz visible.