En un país devastado por las muertes y lesiones de cientos de personas, muchas de ellas desarmadas, a manos de agentes de policía, se necesitan cambios drásticos en nuestro enfoque de la seguridad pública. Tal fuerza excesiva por parte de la policía es particularmente inquietante dado su impacto desproporcionado en las personas de color. CLRP concibe y lucha por un país en el que las fuerzas de seguridad traten a todas las comunidades con dignidad, empleen moderación en el poder policial y utilicen solo el grado de fuerza necesario para mantener la seguridad de la comunidad.
En nuestro trabajo con los departamentos de policía y las comunidades a las que sirven, buscamos tener una mayor colaboración e inclusión de las partes interesadas de la comunidad; mejorar la capacitación, las políticas y las prácticas para reducir el uso de la fuerza; y alentar mecanismos más fuertes para la transparencia y la rendición de cuentas, como juntas de revisión civiles independientes con autoridad disciplinaria. Nuestra visión: una nación donde ninguna comunidad tenga que temer a la policía y donde el arresto y el uso de la fuerza por parte de las fuerzas del orden sean los últimos recursos, no las primeras opciones.