La narración omnisciente es uno de los dispositivos de narración más antiguos y más utilizados. Dicho esto, la narración omnisciente está estrechamente vinculada a las novelas clásicas de los siglos XVIII y XIX.
1. La guerra y la paz de León Tolstói (1869):
Justo entonces otro visitante entró en el salón: el príncipe Andrés Bolkónski, el marido de la pequeña princesa. Era un joven muy guapo, de estatura media, con rasgos firmes y claros. Todo en él, desde su expresión cansada y aburrida hasta su paso callado y medido, ofrecía un contraste muy llamativo con su tranquila y pequeña esposa. Era evidente que no solo conocía a todos en el salón, sino que los había encontrado tan cansados que le cansaba mirarlos o escucharlos. Y entre todas estas caras que le parecían tan tediosas, ninguna parecía aburrirle tanto como la de su bonita esposa.
Observe aquí cómo el narrador de Tolstoi presenta por primera vez al lector al príncipe Andrés, un personaje principal, desde el exterior mirando hacia adentro. El lector se entera de que es guapo, con rasgos agudos antes de pasar a las opiniones del Príncipe sobre los otros invitados en la velada. Observe también que el narrador nunca entra directamente en la cabeza del personaje. En cambio, la información que el narrador revela sobre las opiniones de Andrew viene en forma de inferencia. Esa es una elección deliberada por parte de Tolstoi, una que da al lector una idea del carácter de Andrew sin la intimidad de acceder a sus pensamientos reales.
2. Middlemarch de George Eliot, Un Estudio de la Vida Provincial (1871):
Apenas pasó un año desde que llegaron a vivir a Tipton Grange con su tío, un hombre de casi sesenta años, de temperamento aquiescente, opiniones diversas y voto incierto. Había viajado en su juventud, y fue retenido en esta parte del condado para haber contraído un hábito mental demasiado confuso. Sr. Las conclusiones de Brooke eran tan difíciles de predecir como el clima: solo era seguro decir que actuaría con intenciones benevolentes, y que gastaría el menor dinero posible en llevarlas a cabo.
En este breve pasaje, el lector conoce a un nuevo personaje, el Sr. Brooke, e inmediatamente el narrador revela un detalle importante sobre su pasado (viajó demasiado), así como la opinión general de él en el pueblo donde vive (que sus viajes lo han hecho demasiado divagador y digresivo). Aquí, nuestro sentido del Sr. El personaje de Brooke se profundiza con esta información que solo un narrador omnisciente podría proporcionar.