Cómo se lleva a cabo una artroscopia
Preparación para la cirugía
Antes de someterse a una artroscopia, por lo general, deberá asistir a una clínica de pre-admisión.
Durante la cita, se evaluará su salud general para asegurarse de que esté listo para la cirugía. También se le dará información sobre temas como:
- qué y cuándo puede comer y beber el día de la cirugía
- si debe dejar de tomar o empezar a tomar algún medicamento antes de la cirugía
- cuánto tiempo le llevará recuperarse de la cirugía
- si necesitará hacer ejercicios de rehabilitación después de la cirugía
Su equipo quirúrgico le explicará los beneficios y riesgos de someterse a una artroscopia. También se le pedirá que firme un formulario de consentimiento para confirmar que acepta la operación y que comprende lo que implica, incluidos los riesgos potenciales.
El procedimiento
La artroscopia se realiza generalmente con anestesia general, aunque a veces se utiliza anestesia espinal o local.
Su anestesista le explicará qué tipo de anestésico es el más adecuado para usted. A veces, es posible que pueda decir cuál preferiría.
Si le aplican anestesia local, se le adormecerá la articulación para que no sienta dolor. Es posible que aún sienta algunas sensaciones durante el procedimiento, como un ligero tirón, a medida que el cirujano trabaja en la articulación.
Se utiliza líquido antibacteriano para limpiar la piel sobre la articulación afectada y se hace un pequeño corte, de unos pocos milímetros de largo, en la piel al lado de la articulación para poder insertar un artroscopio (un tubo delgado de metal con una luz y una cámara en un extremo).
También se realizarán una o más incisiones adicionales para que se pueda insertar una sonda de examen u otros instrumentos quirúrgicos finos.
La articulación a veces se llena con un líquido estéril para expandirla y facilitar la visión del cirujano. El artroscopio envía imágenes a una pantalla de vídeo o ocular, lo que permite al cirujano ver el interior de la articulación.
Además de examinar el interior de la articulación, si es necesario, el cirujano podrá extraer cualquier tejido no deseado o reparar áreas dañadas utilizando pequeños instrumentos quirúrgicos insertados a través de las incisiones adicionales.
Después del procedimiento, se retira el artroscopio y cualquier accesorio, junto con cualquier exceso de líquido de la articulación. Las incisiones generalmente se cierran con cinta adhesiva especial o puntos de sutura y se cubren con un apósito estéril.
Una artroscopia suele durar de 30 minutos a 2 horas, dependiendo del tipo de procedimiento que se lleve a cabo. Podrá irse a casa el mismo día de la cirugía o a la mañana siguiente.