El fuego es versátil y peligroso. No importa a qué tipo de industria pertenezca, un conocimiento práctico de las propiedades del fuego es una parte importante de la seguridad contra incendios. La temperatura del fuego varía según la fuente y el tipo de fuego con el que se esté tratando.

Comprender los matices de la temperatura del fuego le informará sobre su conocimiento general del fuego y cómo funciona, por lo que en este artículo analizaremos la temperatura del fuego y cómo puede identificarla.

Temperatura y color

Las dos propiedades más distintivas del fuego son el calor y el color. El color de una llama está directamente influenciado por la temperatura, por lo que debe ser capaz de estimar la temperatura de un fuego identificando el color de las llamas.

El fuego es el resultado de la combustión, una reacción química entre un combustible y el oxígeno, y cuando la reacción produce suficiente calor, se forman llamas. Las llamas mismas cambian de color con el tiempo y, por lo general, tienen varios colores en diferentes partes de la llama.

La parte más caliente de la llama es la base, por lo que normalmente se quema con un color diferente a los bordes exteriores o al resto del cuerpo de la llama. Las llamas azules son las más calientes, seguidas por las blancas. Después de eso, el amarillo, el naranja y el rojo son los colores comunes que verá en la mayoría de los incendios.

Es interesante notar que, a pesar del uso común del azul como color frío y el rojo como color caliente, como en los grifos, por ejemplo, es lo contrario para el fuego. El rojo se ve generalmente en el borde exterior de la llama, donde la temperatura es más baja, mientras que el azul es la temperatura más fuerte y más caliente.

Temperatura del fuego

Por supuesto, solo porque hay una jerarquía de temperatura para el fuego, eso no significa que las llamas rojas estén frías de ninguna manera. El hecho de que se puedan ver llamas significa que la velocidad de combustión es alta, por lo que el combustible se quema a una temperatura muy alta.

Mientras más débiles, las llamas rojas pueden variar de 525 ° C a 1000°C. Cuanto más tenue sea el color, menor será la temperatura. Un rojo más vibrante, algo más cercano al naranja, llegará al extremo superior de la escala que mide más cerca de la marca de 1000°C.

Las llamas naranjas oscilan entre los 1100°C y los 1200°C. Las llamas blancas son más calientes, midiendo de 1300 ° C a aproximadamente 1500°C. Cuanto más brillante sea el blanco, mayor será la temperatura.

Para llamas azules, o llamas con una base azul, puede esperar que la temperatura aumente drásticamente, alcanzando aproximadamente 2500°C a 3000°C. Un quemador bunsen o una placa de horno son los ejemplos más obvios de llamas azules. Como es de esperar, los incendios de gas alcanzan temperaturas más altas que los materiales como la madera, el papel o los textiles, por lo que las empresas que almacenan tanques de gas como el propano, por ejemplo, tienen más probabilidades de ver incendios que alcanzan las temperaturas más altas posibles.

Ejemplos de temperatura

Llama de vela: La parte más caliente de la llama de una vela arde alrededor de 1400°C, mientras que la temperatura promedio suele ser de 1000°C.

Fuego de leña: Un fuego de leña doméstico arde alrededor de 600°C. La temperatura puede cambiar dependiendo del tipo de madera y su estado.

Hoguera: La temperatura de una hoguera se calienta gradualmente hasta alrededor de 600°C, pero las hogueras pueden alcanzar los 1000-1100°C.

Quemador Bunsen: Un quemador bunsen es ajustable, con llamas de seguridad que miden alrededor de 300°C. Los quemadores bunsen completamente abiertos pueden alcanzar los 1500 ° C, con llamas azules y blancas visibles.

Fósforo ardiente: Para una llama tan pequeña, un fósforo doméstico arde a unos 600-800°C.

Antorcha de propano: La combustión de propano y aire es de aproximadamente 1900°C. Un fuego de butano tendrá una temperatura similar.

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