A principios del siglo XIX, el consumo, también llamado «ftisis», era una de las enfermedades más temidas junto con el cáncer. El término generalmente se refería al «consumo pulmonar» generalizado. Las descripciones metafóricas de la enfermedad demuestran el fuerte significado cultural que se atribuye a este concepto médico, y también médico lego. Basado en historias de casos escritos a mano y cartas de diaconisas Kaiserswerth en la primera mitad del siglo XIX, el autor establece las implicaciones culturales con las que los enfermos se encontraron en la práctica social. El consumo era visto como la manifestación visible de la desviación. Se suponía que los enfermos también eran culpables de contraer la enfermedad debido a un estilo de vida que era «excesivo» en términos dietéticos y cristianos. El artículo tiene como objetivo analizar cómo la atribución de un estilo de vida «inmoral» y «pecaminoso» fue presentada a los enfermos por médicos y enfermeras y cómo esto los afectó. La atribución de implicaciones morales a los conceptos dietéticos-como sugerirá la primera tesis del artículo-se originó a partir de políticas de salud motivadas por la demografía que prevalecían alrededor de 1800. El documento tratará además de mostrar cómo, a principios del siglo XIX, surgió la idea de que el consumo era la enfermedad del proletariado que sufría de la vida metropolitana.