Cierre

Cierre a puerta cerrada es cualquier interacción, información o práctica que permite a una persona sentir que se ha resuelto un evento traumático, perturbador o confuso de la vida. El término tiene sus orígenes en la psicología de la Gestalt, pero se usa más comúnmente para referirse a la resolución final de un conflicto o problema.

¿Qué Es el Cierre?

La importancia del cierre, particularmente después de un evento traumático, es cada vez más reconocida en la psicología popular. La necesidad de cierre a menudo se centra en la necesidad de una pieza de información faltante, particularmente sobre por qué alguien hizo o dijo algo. Lo que constituye un cierre varía de persona a persona y depende en gran medida del contexto que rodea a un evento estresante. Los ejemplos de cierre podrían incluir:

  • Recibir una disculpa de alguien que cometió un delito contra ti.Recibir una compensación financiera por una lesión.
  • Averiguar la causa de la muerte de un ser querido.
  • Realizar un ritual para marcar el final de una relación: quemar fotos, escribir una carta que no se envía, etc.
  • Reunión con una ex pareja o ex cónyuge, tal vez con un consejero, para discutir por qué terminó la relación o para aprender por qué uno de los miembros de la pareja fue infiel.

¿Qué Logra el Cierre?

Las personas buscan respuestas y explicaciones: quieren saber por qué. Sin embargo, encontrar respuestas no necesariamente termina con el dolor. A veces, una persona que busca un cierre encuentra que una explicación no hace ninguna diferencia, o que en realidad empeora su dolor. Otros encuentran que el cierre puede ser simplemente un punto de partida para superar un evento doloroso. Aunque el trauma no se resuelve, la persona es más capaz de superarlo. Buscar una manera definitiva de finalizar el duelo y seguir adelante desmiente la importancia del proceso de duelo. Simplemente poner fin a los recuerdos dolorosos de uno puede ser más dañino que útil.

En algunos casos, sin embargo, el cierre es una experiencia profundamente transformadora que le permite a la persona superar el evento traumático. Por ejemplo, una víctima de abuso puede necesitar confrontar al abusador y verlo encarcelado antes de que pueda comenzar a sentirse seguro de nuevo. En reconocimiento de ello, el sistema de justicia penal reconoce cada vez más la necesidad de cerrar el caso mediante la creación de programas que permitan a las víctimas y sus familias reunirse con los delincuentes en un entorno controlado.

¿El cierre es un mito?

La creencia de que un proceso en particular puede poner fin al dolor puede ser atractiva, pero no siempre es posible, y no todos los profesionales de la salud mental aceptan el concepto de cierre. De hecho, algunos argumentan que los intentos de cierre en realidad pueden ser intentos de revivir un trauma o prolongar una experiencia dolorosa. Una mujer que quiere reunirse con su ex marido, por ejemplo, podría estar buscando conexión en lugar de cierre. Las personas pueden beneficiarse al reconocer las emociones que realmente están experimentando y lidiar con ellas de manera apropiada, para vivir con su pérdida. Exista o no el cierre, no se puede negar la necesidad—y la importancia—del progreso.

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