Arsénico en los alimentos
El arsénico es un contaminante ampliamente encontrado que se produce tanto de forma natural como como resultado de la actividad humana. El arsénico es un metaloide que se presenta en diferentes formas inorgánicas y orgánicas, es decir, que contienen carbono. Estos se encuentran en el medio ambiente tanto por la ocurrencia natural como por la actividad antropogénica. Las formas inorgánicas del arsénico son más tóxicas en comparación con el arsénico orgánico.
Los alimentos, en particular los productos elaborados a base de cereales, como el pan de trigo, el arroz, la leche y los productos lácteos, y el agua potable, son las principales fuentes de exposición de la población en general de Europa. Otros grupos de alimentos que contribuyen de manera importante a la exposición diaria al arsénico inorgánico en la dieta de la población europea en general son los alimentos para usos dietéticos especiales, el agua embotellada, el café y la cerveza, los granos de arroz y los productos a base de arroz, el pescado y las verduras (especialmente las algas).
Los principales efectos adversos reportados asociados con la ingestión a largo plazo de arsénico inorgánico en humanos son: lesiones cutáneas, cáncer, toxicidad para el desarrollo, neurotoxicidad, enfermedades cardiovasculares, metabolismo anormal de la glucosa y diabetes. Hay nuevas pruebas de efectos negativos en el desarrollo fetal e infantil, en particular la reducción del peso al nacer.
Los niños menores de tres años son los más expuestos al arsénico inorgánico. Los grandes consumidores de arroz en Europa, como ciertos grupos étnicos, y los grandes consumidores de productos a base de algas, pueden superar su ingesta semanal tolerable de arsénico inorgánico. La evidencia disponible no indica una exposición dietética diferente para los vegetarianos de la de la población general, a menos que consuman una gran cantidad de productos a base de algas.
Debido a los problemas relacionados con el análisis del arsénico (inorgánico) en una serie de productos alimenticios, inicialmente solo se han fijado niveles máximos de arsénico para el arroz y los productos derivados. Una vez que se dispuso de métodos analíticos fiables, se organizó una campaña de seguimiento del arsénico para el período 2016-2018. El objetivo de esta campaña de vigilancia es generar datos fiables sobre la incidencia que puedan utilizarse para evaluar correctamente la necesidad de establecer niveles máximos adicionales para otros productos alimenticios. Los productos incluidos en esta campaña de vigilancia son los cereales, los productos a base de cereales (incluidos el salvado y el germen), los jugos de frutas y verduras, el agua potable (incluida el agua embotellada), el café, las hojas secas de té, la cerveza, el pescado y los mariscos, las verduras, los productos de algas (incluido el hijiki), la leche, los productos lácteos, los alimentos destinados a lactantes y niños de corta edad, los alimentos para usos médicos especiales y los complementos alimenticios. Las autoridades competentes son libres de tomar muestras y analizar otros productos alimenticios que consideren motivo de preocupación.
Enlaces útiles:
Los contenidos máximos de arsénico en determinados alimentos han sido establecidos por el Reglamento (CE) n.o 2015/1006 de la Comisión [futura sección 3.5 del anexo del Reglamento (CE) n. o 2006/1881, aplicable a partir del 1 de enero de 2016].
Recomendación para el seguimiento del arsénico
Las disposiciones relativas a los métodos de muestreo y análisis para el control oficial se establecen en el Reglamento (CE) no 333/2007 de la Comisión.
Dictámenes científicos de la EFSA & Informes:
EFSA Scientific Opinion on Arsenic in Food
EFSA Scientific Report on Dietary exposure to inorganic arsenic in the European population
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