Cuando se trata de amenazas nacidas por garrapatas para su perro, la enfermedad de Lyme generalmente recibe toda la atención. Pero la anaplasmosis es otra enfermedad transmitida por garrapatas que puede causar moretones, cojera e incluso sangrado incontrolado en su mascota. Es por eso que debe aprender los signos de anaplasmosis y qué hacer si su mascota contrae la enfermedad.
¿Qué es la anaplasmosis?
La anaplasmosis, también conocida como fiebre canina o fiebre por garrapatas, es una enfermedad transmitida por garrapatas que infecta el torrente sanguíneo de un perro. El Anaplasma phagocytophilum, la forma más común de la enfermedad, se transmite por picaduras de garrapatas de venado e infecta los glóbulos blancos. Anaplasma platys, transportado por la garrapata marrón del perro, afecta a las células de coagulación de la sangre conocidas como plaquetas.
La anaplasmosis, que también infecta a los seres humanos, es común en todos los Estados Unidos y Canadá, dondequiera que prosperen las garrapatas transmisoras, incluidos los estados del Golfo, California y las regiones del medio Oeste superior, Noreste, Atlántico Medio y Suroeste. El Consejo de Parásitos de Animales de Compañía predice que la enfermedad también podría ser muy activa en los estados de los Grandes Lagos y Nueva Inglaterra durante 2019.
¿Cuáles son los síntomas de la Anaplasmosis?
Un perro que sufre la forma de anaplasmosis A. phagocytophilum puede mostrar una variedad de síntomas en cualquier momento de uno a siete días después de la infección. Algunos perros solo pueden tener síntomas menores, mientras que otros también pueden presentar síntomas más graves. Los síntomas pueden incluir:
- Fiebre
- Letargo
- Falta de apetito
- Malestar
- Dolor articular y cojera
- Vómitos
- Diarrea
- Tos
- Dificultad respiratoria
- Convulsiones
- Ataxia (falta de control muscular y de movimiento)
Los perros infectados con A. platys pueden mostrar una disminución periódica de las plaquetas coagulantes de la sangre y desarrollar moretones y sangrado, especialmente hemorragias nasales.
¿Cómo se diagnostica la Anaplasmosis?
Los médicos a menudo tienen dificultades para distinguir entre la anaplasmosis y la enfermedad de Lyme, que tienen algunos de los mismos síntomas, especialmente la inflamación generalizada de las articulaciones. A veces, un perro puede tener ambas enfermedades a la vez, porque la misma especie de garrapata transmite ambas enfermedades.
Si su veterinario sospecha que su mascota sufre de anaplasmosis, realizará análisis de sangre para identificar al culpable del anticuerpo y determinar si hay una infección activa. Algunas pruebas disponibles incluyen el ensayo de inmunoabsorción ligada a enzimas (ELISA), anticuerpos fluorescentes indirectos (IFA) y pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). En algunos casos, el organismo bacteriano se puede ver bajo un microscopio.
¿Cómo se trata la Anaplasmosis?
Es probable que su veterinario le recete un tratamiento de 30 días con el antibiótico doxiciclina, que es el mismo medicamento que trata otras infecciones transmitidas por garrapatas. Los signos de mejoría en los síntomas de un perro se pueden ver dentro de 24 a 48 horas.
Incluso después de que su perro haya vuelto a su antiguo yo, es posible que aún dé positivo en la prueba de anaplasmosis. Sin embargo, si la enfermedad no está activa, es probable que tu veterinario no te recete más antibióticos.
¿Puede Contraer Anaplasmosis De Su Perro?
Técnicamente, la anaplasmosis es un «patógeno zoonótico», lo que significa que puede propagarse de animal a animal y de animal a humano. Es muy poco probable que contraigas anaplasmosis de tu perro directamente, pero si no controlas la exposición de garrapatas de tu perro, puede traer garrapatas portadoras de anaplasmosis a la casa, donde pueden morderte e infectarte.
¿Cuáles son las Mejores Formas de Controlar las Garrapatas?
La mejor manera de evitar que su perro contraiga anaplasmosis es controlar la población de garrapatas en su patio y evitar que los parásitos salten sobre su mascota.
Aquí hay algunas medidas preventivas.
Mantenga alejadas las garrapatas de su mascota: Su veterinario puede recomendar qué productos tópicos, orales o ponibles ayudarán a repeler las garrapatas antes de que infecten a su perro. Si elige un collar para garrapatas, que mantiene las garrapatas fuera de la cabeza y el cuello de su perro, asegúrese de que toque la piel pero que siga lo suficientemente suelto como para acomodar dos dedos debajo del collar.
Lave las garrapatas: Los champús medicados pueden matar las garrapatas al contacto. Asegúrate de bañar a tu mascota con champú para garrapatas cada dos semanas, ya que los champús no duran tanto como los medicamentos para unción dorsal puntual u orales.
Garrapatas de inmersión: Los dips, que se aplican con esponja a los perros, son sustancias químicas concentradas que matan las garrapatas. Estos productos químicos son fuertes y no debe usarlos en cachorros o perros embarazadas o lactantes.
Recoger garrapatas: Inspeccione cuidadosamente a su perro cuando regrese de jugar al aire libre. Compruebe si hay garrapatas entre los dedos de los pies, el interior de las orejas, entre las piernas y los abrigos interiores profundos. Retire las garrapatas que encuentre, arrancándolas cuidadosamente de todo el cuerpo.
Trata tu jardín: Poda arbustos y árboles, y mantén el césped cortado para reducir los lugares donde las garrapatas pueden vivir y reproducirse. Si las garrapatas aún abundan, cubra su jardín con aerosoles anti-garrapatas y tratamientos granulares. Asegúrese de leer las etiquetas y aplicar cuidadosamente estos productos químicos, ya que pueden ser dañinos para los seres humanos, los animales y los peces.