Aceite de coco: sus propiedades, beneficios y cómo usarlo

Es cierto, el aceite de coco tiene una alta cantidad de grasa saturada. Pero pese a eso, en los últimos tiempos se convirtió en un gran aliado para los cuidados naturales de belleza. Desde celebrities de Hollywood, como Gwyneth Paltrow, hasta influencer de todo el mundo, confesaron su pasión por las propiedades del aceite de coco y sus beneficios estéticos para, por ejemplo, el cuidado del pelo, la piel y hasta los dientes.

Con nutrientes esenciales, vitaminas K y E, antioxidantes y cualidades súper hidratantes, cada vez son más quienes lo sacan de la cocina para llevarlo directo al tocador. Uno a uno, todos beneficios del aceite de coco, para saber para qué sirve y cómo usarlo.

Propiedades del aceite de coco

Igual que un elixir súper poderoso, el aceite de coco es un aceite de origen vegetal con beneficios para diferentes partes del cuerpo. Y si bien, quienes lo critican afirman que, con un 90% de ácidos grasos saturados en su composición, ingerirlo puede ser muy perjudicial para la salud, sobre todo para personas con problemas cardiovasculares, en el consumo moderado y equilibrado está el secreto.

Y siempre que se trate del aceite de coco extra virgen y, si es orgánico, mejor. En cuanto al uso cosmético, las grandes cantidades de ácido láurico que tiene (cerca del 50%), potencia sus propiedades antimicrobianas, antifungicas, antivirales y antiinflamatorias, por eso tiene numerosos beneficios.

El aceite de coco extra virgen y orgánico es la mejor elección.

Aceite de coco para el pelo

Usar aceite de coco en el pelo asegura un shock de nutrición, ya que penetra en profundidad en la fibra capilar, regenerándola y protegiéndola de las agresiones externas (contaminación, químicos y tratamientos capilares). Sobre todo para las personas con pelo seco, muy seco o dañado.

Aporta proteínas esenciales que reparan las puntas, además de lograr un crecimiento más fuerte, saludable y brilloso, ya que tiene un efecto revitalizante.

Lo mejor es aplicarlo y dejarlo actuar durante la noche (envuelto en una gorra o toalla para evitar manchar), aunque también se puede usar como mascarilla antes del lavado, como crema de enjuague o, incluso, como efecto antifrizz, con unas pocas gotas después del lavado, desde la mitad del cabello hacia las puntas o en las áreas más encrespadas (no se necesita enjuague posterior).

También funciona para controlar o disminuir la caspa, ya que tiene propiedades antimicóticas y antibacterianas, con lo cual alivia la sensación de comezón. En este caso, colocar un poco de aceite de coco realizando un buen masaje capilar, desde la raíz hasta las puntas e ir controlando su progreso con el correr de los días.

El aceite de coco nutre, hidrata y repara el pelo seco y dañado.

Aceite de coco para la piel

Así como es un gran cosmético natural para el pelo, también hay beneficios del aceite de coco para la piel de todo el cuerpo y el rostro. Rico en vitamina E, es un poderoso antioxidante contra el envejecimiento de la piel, repara los tejidos y, a la vez, es un fabuloso hidratante para quienes sufren de piel seca.

Así, hay quienes lo usan como loción hidratante de noche, como desmaquillante (es especialmente suave para las pieles irritables), como bálsamo labial o como hidratante para después de la ducha. El resultado es una piel reparada y luminosa, gracias a que los ácidos que contiene ayudan a restablecer el PH neutro de la piel.

Y, contrariamente a lo que se suele pensar, también funciona para las pieles grasas o acneicas, ayudando a eliminar el exceso de sebo y a reducir las manchas y el acné, unificando el tono de la piel del rostro. Además, sirve como complemento del protector solar ya que bloquea cerca del 20% de los rayos UV, actuando como un protector solar natural.

El aceite de coco es un gran antioxidante contra el envejecimiento prematuro de la piel.

Qué aceite de coco elegir

En el universo de los aceites de coco, como en el de cualquier otro aceite, está el virgen refinado, el extra virgen y el puro (crudo y sin refinar). El refinado, a diferencia de las otras 2 variantes, pasa por un proceso químico.

Como se marcó anteriormente, el mejor es el aceite de coco extra virgen orgánico, que no contiene (o no debería contener) ingredientes químicos o artificiales (como colorantes, conservantes y esencias), y está hecho a base de coco fresco y crudo. Y, ya sea para uso cosmético o para cocinar, la variedad que conviene evitar es el aceite de coco hidrogenado, muy malo para la salud, como todas las grasas hidrogenadas.

Por suerte, hoy por hoy, el aceite de coco es de fácil acceso, presente en las góndolas de almacenes, dietéticas y en las grandes cadenas de supermercados. Hay que buscar y probar el que mejor funcione para cada uno.

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