Ámbar, resina de árbol fósil que ha alcanzado un estado estable a través de la pérdida de constituyentes volátiles y cambios químicos después del entierro en el suelo. El ámbar se ha encontrado en todo el mundo, pero los depósitos más grandes y significativos se encuentran a lo largo de las costas del Mar Báltico en arenas de 40.000.000 a 60.000.000 de años de antigüedad.
El ámbar se presenta como nódulos irregulares, varillas o formas de gota en todos los tonos de amarillo con matices de naranja, marrón y, rara vez, rojo. Las variedades opacas de color blanco lechoso se llaman ámbar óseo. La turbidez de un poco de ámbar es causada por inclusiones de muchas burbujas de aire diminutas. Muchos cientos de especies de insectos fósiles y plantas se encuentran como inclusiones. El ámbar de translúcido a transparente de colores profundos es apreciado como material de gema.
Las técnicas de investigación modernas están dirigidas a aislar e identificar la mayor cantidad posible de componentes individuales de resina y, en última instancia, establecer una relación genética entre las resinas fósiles y los árboles productores de resina modernos. Por medio de espectroscopia infrarroja, se ha demostrado que el ámbar mexicano (Chiapas) está relacionado con un árbol leguminoso moderno, la Himenea. Aunque en el pasado se creía que el ámbar era completamente amorfo, los estudios posteriores de difracción de rayos X han revelado componentes cristalinos en algunas resinas fósiles.
Los objetos ornamentales tallados, las cuentas, los rosarios, los porta cigarrillos y las boquillas de tubería están hechos de ámbar. Amberoide, o» ámbar prensado», se produce fusionando pequeños trozos de ámbar bajo presión. Las bandas paralelas, o estructura de flujo, en amberoide ayudan a distinguirlo del ámbar natural. A pesar de la introducción de numerosos sustitutos sintéticos, la belleza del material real ha permanecido insuperable.